La mayoría del Bundestag, que ha celebrado este martes la sesión inaugural de la presente investidura, ha evitado la elección de un vicepresidente de la Mesa parlamentaria de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Los candidatos pactados por el bloque de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana (CSU), el Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y La Izquierda han sido elegidos para ocupar cuatro de las cinco vicepresidencias, una por cada grupo parlamentario, pero el aspirante de AfD, Gerald Otten, ha obtenido 185 votos a favor y 411 en contra.

La AfD ha decidido convocar una segunda votación, en la que Otten también ha sido rechazado, con 401 votos en contra y 190 a favor. Tras el nuevo rechazo, la formación ultra ha hecho uso de su derecho de reclamar una votación final, en la que según la normativa del Bundestag es suficiente una mayoría simple. Y Otten ha fracasado de nuevo, al recibir 403 'Noes' y 184 'Síes'.

La recién elegida presidenta del Bundestag, la democristiana Julia Klöckner, ha señalado que si AfD presenta a otro aspirante se repetirá el proceso una vez más desde el principio.

«No pueden obligar a nadie a votarle»

Con anterioridad, durante su discurso inaugural, la diputada conservadora había recalcado que las mayorías parlamentarias no constituyen «cárteles», rebatiendo la acusación de AfD de que los otros partidos se están comportando de este modo al bloquear la elección de un vicepresidente de su partido.

El jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, Lars Klingbeil, ha subrayado en declaraciones a la cadena NTV que AfD tiene derecho a presentar a su candidato, pero «no pueden obligar a nadie a votarle».

Por su parte, la colíder ultraderechista Alice Weidel ha denunciaso en una comparecencia la supuesta «discriminación» a la que se somete a su partido.

‘Cordón sanitario’

Otten, un exoficial de la Fuerza Aérea alemana, ya había fracasado en una votación para ocupar el mismo puesto en 2019, en virtud del conocido como ‘cordón sanitario’, que ha impedido a la AfD ocupar ningún puesto de la Cámara Baja desde su primer ingreso a ella en 2017.

A raíz de una queja del partido ultraderechista, el Tribunal Constitucional indicó en 2022 que el derecho de un grupo parlamentario a estar representado en la mesa del Bundestag está subordinado al prerrequisito de que su candidato resulte elegido.

En las elecciones del mes pasado AfD obtuvo el 20,8% de los votos, convirtiéndose en la principal fuerza de la oposición. Reclama una vicepresidencia de la Mesa del Bundestag, así como las presidencias de al menos cinco de las 25 comisiones parlamentarias y al menos cinco vicepresidencias.

De igual modo, exige estar representada en el grupo de control parlamentario, responsable de los servicios secretos alemanes, lo que el resto de partidos consideran problemático en vista de que AfD está clasificado como extremista por el Ministerio del Interior alemán.

De hecho, durante la sesión inaugural de este martes, una veintena de personas se dio cita delante del Bundestag para protestar a favor de una prohibición de AfD. «En nuestra opinión es un partido fascista que tiene el objetivo de comprometer la Constitución y los derechos constitucionales fundamentales», ha declarado a Efe uno de los manifestantes.