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PARÍS

Avances en París hacia una posible fuerza internacional en Ucrania

La nueva cumbre celebrada en París mostró avances en la definición de una posible fuerza internacional para Ucrania tras la firma de un eventual acuerdo de paz, iniciativa que impulsan Gran Bretaña y el Estado francés y que no comparten algunos países, y acordó el mantenimiento de las sanciones.

Volodimir Zelenski, Keir Starmer y Emmanuel Macron, ayer en París.
Volodimir Zelenski, Keir Starmer y Emmanuel Macron, ayer en París. (Ludovic MARIN | POOL)

 Los aliados europeos de Ucrania reunidos ayer en otra cumbre en París se opusieron de forma unánime a cualquier levantamiento de las sanciones impuestas a Rusia hasta que se alcance la paz y acordaron mantener el apoyo militar y político a Kiev para fortalecer su posición negociadora ante Moscú, pero no lograron todavía el consenso en torno a las futuras garantías de seguridad para Ucrania y al envío de una posible fuerza internacional al país. Pero la reunión de la llamada «coalición de voluntarios», auspiciada por el Estado francés y Gran Bretaña, dio un paso más al anunciar el envío a Ucrania de una misión militar franco-británica para comenzar a estudiar posibles modalidades de despliegue.

En Ucrania «habrá una fuerza de garantía» enviada por «varios países europeos» si finalmente se acuerda el final de la guerra, afirmó el presidente francés, Emmanuel Macron. Reconoció que «no hay unanimidad» respecto a la participación en esa fuerza por parte de los Estados reunidoa ayer en París, pero subrayó que «no es necesaria» para que el plan salga adelante.

De hecho, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, reiteró que «no está prevista ninguna participación» de su país «en una eventual fuerza militar» en Ucrania.

Macron también insistió en que «desea» el apoyo de EEUU a esta fuerza de paz y, aunque habló por teléfono con el presidente, Donald Trump, antes de la cumbre, no precisó si tocaron esta cuestión. Sí avanzó que se ha encargado a los ministros de Exteriores que preparen una propuesta de posibles mecanismos de segui- miento de un eventual alto el fuego para «presentar a nuestros socios estadounidenses».

Macron, Meloni y el primer ministro británico, Keir Starmer, incidieron en la «importancia» de colaborar con EEUU en todo proceso dirigido a favorecer la paz en Ucrania.

Starmer evitó dar «una fecha límite estricta» a ese despliegue, pero estimó que sería necesario que «se desarrolle en días y semanas, no en meses y más meses».

MISIÓN MILITAR

Macron informó de que París y Londres van a «pilotar» conjuntamente los esfuerzos europeos en Ucrania, y avanzó que ambos enviarán «en los próximos días» a Ucrania una misión militar que evaluará sobre el terreno las posibilidades de despliegue de la fuerza, como lugares, capacidades o volumen.

Esa misión militar también estudiará con responsables ucranianos el diseño de las futuras Fuerzas Armadas de ese país, como los volúmenes y las capacidades técnicas ideales, con la idea de que un Ejército propio potente es la mejor garantía de seguridad de Ucrania frente a Rusia. Tanto Macron como Starmer insistieron en que se trataría de una fuerza de mantenimiento de la paz y con el único objetivo de disuadir a Rusia de un nuevo ataque sobre Ucrania.

Fuentes diplomáticas británicas indicaron previamente que el contingente aliado contaría con unos 20.000 soldados y se limitaría a proteger infraestructuras estratégicas.



Kiev «dimensiona» la operación de Kursk

El Ejército ucraniano aseguró que sigue con su operación en la provincia rusa de Belgorod, donde busca frenar a las fuerzas rusas que intentan expulsarle completamente de la vecina Kursk o que están siendo transferidas a la línea del frente en la región de Donetsk (Donbass).

El jefe del Ejército de Ucrania, Oleksandr Sirski, explicó que defienden sus posiciones en Kursk, en suelo ruso, para mantener un «cordón sanitario» que evite una ofensiva rusa por la región fronteriza de Sumi (Jarkov).

El general ucraniano agregó que la continuación de la operación militar en Kursk -donde Ucrania perdió en las últimas semanas casi todo el territorio que controlaba- permite a las tropas de Kiev «bloquear al enemigo al norte de la frontera con Sumi», la región ucraniana fronteriza con Kursk.

Evitar que Rusia lanzara una operación transfronteriza contra Sumi fue uno de los objetivos declarados de Kiev para lanzar su operación en Kursk, que comenzó en agosto del año pasado. Pero no era el único. Kiev buscaba ocupar territorio ruso para un futuro trueque y para desviar tropas rusas de Donetsk. Sirski cifró en más de 55.000 las bajas militares rusas en estos siete meses.