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La oposición declara una tregua en Myanmar tras el seísmo que ha dejado ya más de 1.600 muertos

El terremoto de magnitud 7,7 desatado este pasado viernes en el centro de Myanmar ha dejado ya al menos 1.644 muertos y 3.408 heridos, según ha comunicado la junta militar este sábado, que ha cifrado, además, en 139 las personas desaparecidas. La oposición ha declarado una tregua de dos semanas.

Rescatistas trabajan en un edificio derruido en Bangkok por el terremoto.
Rescatistas trabajan en un edificio derruido en Bangkok por el terremoto. (Nattaphon Phanphongsanon | EUROPA PRESS)

La junta militar birmana ha anunciado este sábado que hay un total de 1.644 muertos, 3.408 heridos y 139 desaparecidos por el terremoto que sacudió el viernes el centro-norte de Myanmar, según los primeros recuentos tras visitar algunas zonas devastadas.

El régimen castrense, que detenta el poder desde el golpe de Estado de 2021, ha actualizado las cifras en el boletín informativo de las 20.00 hora local (15.30 en Euskal Herria) de la cadena de radio y televisión estatal (MRTV), subiendo la cifra de más de 1.000 muertos que había comunicado horas antes.

La junta también ha indicado este sábado a través de MRTV que más de 2.600 edificios han colapsado, incluidas viviendas, colegios y pagodas del país de mayoría budista, después de un terremoto cuyo epicentro se situó entre las ciudades de Sagaing y Mandalay (a unos 17 kilómetros de ambas), según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

Desde Mandalay, la segunda ciudad más grande del país con 1,5 millones de habitantes, un trabajador de un grupo de rescate local ha descrito a la agencia Efe la dificultad de las tareas y ha ofrecido detalles sobre el devastador impacto del temblor.

«Llevamos más gente al cementerio que al hospital», ha afirmado.

«Nuestros equipos –ha añadido– básicamente se dedican a sacar cuerpos sin vida de los escombros (...) Hoy solo uno de ellos ha recuperado 30 cadáveres».

La junta golpista ha advertido este sábado que la cifra de fallecidos puede aumentar, con el estado de emergencia declarado en seis regiones: Sagaing, Mandalay, Magway, Shan, Naipyidó (donde está la capital homónima) y Bago.

Según la ONU, alrededor de 3,5 millones de personas se encuentran desplazadas en Birmania, donde el Ejército no controla gran parte del territorio, con el país sumido en una espiral de crisis económica y conflicto desde la asonada, lo que empeora la situación.

Tregua del NUG, bombardeos de la junta

Ante este drama humanitario, el Gobierno de Unidad Nacional (NUG, en inglés), que reclama la legitimidad democrática en el país, ha anunciado este sábado una tregua de dos semanas en las zonas afectadas por el devastador terremoto.

En un comunicado, el NUG ha señalado que el cese de hostilidades busca «facilitar las tareas de rescate de las personas atrapadas en los escombros y en los edificios derruidos», aunque sí usarán la fuerza en acciones defensivas ante eventuales ataques de la junta militar.

El NUG, que controla partes del país principalmente en zonas de la periferia, ha indicado que el seísmo, que golpeó ayer en la zona central del país, y las réplicas han causado daños graves en Sagaing, Mandalay, Bago, Naipyidó y en el sur del estado Shan.

El NUG ha afirmado que, en los territorios que controla, colaborará con las agencias de la ONU y ONG para garantizar la seguridad y establecimiento de campamentos médicos y de rescate.

Ha agregado que sus equipos sanitarios y de grupos afines del Movimiento de Desobediencia Civil también prestarán ayuda en zonas controladas por la junta militar si se cumplen las condiciones mínimas de seguridad.

«Inicialmente, hemos aprobado 1 millón de dólares para asistir a los rescates de emergencia y operaciones médicas a lo largo del país, particularmente en zonas administradas por el NUG», ha precisado.

Entretanto, las fuerzas de la junta militar han continuado los bombardeos de zonas bajo control del NUG pese a la destrucción.

La junta militar hizo también el viernes una inusual petición de ayuda internacional tras declarar el estado de emergencia, con China, India y Rusia entre los primeros en poder entregarla.

La ONU informó el viernes de que movilizará a través de sus distintas agencias en Myanmar 5 millones de dólares, mientras que la Unión Europea anunció 2,5 millones de euros en ayuda.

Varias ONG, como World Vision, Médicos Sin Fronteras y Plan Internacional, también se están movilizando en el terreno.

El relator de Naciones Unidas para Birmania, Tom Andrews, ha advertido de que el régimen del general Min Aung Hlaing –sobre quien pesa una petición de arresto por parte de la Corte Penal Internacional (CPI)– utiliza como «arma» la ayuda militar, y ha pedido a la comunidad internacional canalizarla a través de la oposición.

El potente terremoto se sintió también en países vecinos como China, India y Tailandia, en cuya capital, Bangkok, derrumbó una torre de oficinas en construcción en la que se encuentran decenas de personas atrapadas.