
Plaiaundi es una zona de humedales ubicada en el término municipal de Irun, donde la regata de Jaizubia confluye con el río Bidasoa. En 1993 se declaró espacio protegido, en el marco del Plan Especial de Protección y Ordenación de los Recursos Naturales del Área de Txingudi.
El Parque Ecológico cuenta con 24 hectáreas de extensión y consta de dos lagunas interiores conectadas con el ritmo mareal a través de un sistema de compuertas, y una playa intermareal, además de una laguna de agua dulce.
El enclave sirve como refugio para las aves migratorias y constituye un espacio de valor naturalístico internacionalmente reconocido que queda integrado en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Txingudi y en el Lugar de Interés Comunitario (LIC) Txingudi-Bidasoa, espacios ambos propuestos para integrar la Red Europea de Espacios Naturales, denominada Natura 2000.
Existe en el lugar un centro de interpretación (Ekoetxea) del que parte un itinerario de 2 kilómetros, jalonado por varios observatorios y paneles explicativos.
Fin a la vida nómada
Uno de los problemas a solucionar desde hace más de treinta años es la presencia en el enclave de una instalación deportiva que se habían construido una década antes para dar al equipo de rugby un emplazamiento acorde a sus necesidades.
El Rugby Club Irun, rebautizado en 2015 como Txingudi Rugby Club Irun-Hondarribia, estaba entonces en su cénit deportivo, pero no contaba con un espacio fijo y se había tenido que buscar la vida de forma nómada. Alrededor del césped se diseñó una pista de atletismo, el hogar desde 1986 del Bidasoa Atletiko Taldea (BAT).

Todas las partes estaban de acuerdo en recuperar en esos terrenos el hábitat de la marisma, pero antes había que buscar un nuevo espacio para ambas modalidades deportivas. «Había también un campo de fútbol, donde ahora se encuentra la laguna de San Lorenzo. En su lugar construyeron el campo de Artia, pero el resto siguió aquí», explica Xabi Sánchez, integrante de la directiva del Txingudi RC.
Llevar 30 años «en una especie de limbo» ha supuesto que el mantenimiento haya sido mínimo, porque no se ha querido invertir en unas instalaciones destinadas a la demolición. «El año pasado vino para una reunión un concejal del PNV que en su día había jugado en el club, y cuando vio los vestuarios nos dijo que estaban igual, que no había cambiado nada».
Propuesta presentada en 2018
Tras una larga espera y muchas idas y venidas sin fruto, PNV, Elkarrekin Podemos y EH Bildu presentaron en 2018 en el Ayuntamiento de Irun una propuesta conjunta para ubicar esta zona deportiva en el ámbito de Txenperena, cerca de la nueva salida de la autopista en Oñaurre. Salió aprobada con la abstención del gobernante PSE y el voto en contra del PP. Tuvieron que pasar otros cuatro años para su inclusión en el Plan General. Existe en Irun otro ambicioso proyecto deportivo en el horizonte, el del pabellón multiusos de Ficoba.
Txenperenea sigue quemando etapas y las instituciones se reunieron con ambos clubes para conocer de primera mano sus necesidades. En noviembre de 2023 se presentó un anteproyecto con el campo de rugby de hierba natural, una pista de atletismo de ocho calles y homologada para acoger campeonatos –por eso el césped ha de ser natural, para las pruebas de lanzamiento–, gimnasio, vestuarios suficientes, cafetería, un espacio para el tradicional tercer tiempo… En una parcela anexa se ubicará una zona de hierba artificial, para que los entrenamientos no afecten al campo principal.
Para la financiación se suscribió en su día un convenio entre los ayuntamientos de Irun y Hondarribia, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno de Lakua. «En dicho documento se habla de trasladar las instalaciones, pero es necesaria una mejora, por ejemplo al BAT no le sirve replicar la actual pista de seis calles. Hay que renovar el convenio», apunta Xabi Sánchez.
Un nuevo barrio con 850 viviendas
Esta infraestructura deportiva se enmarca en un proyecto urbanístico que prevé durante la próxima década la construcción de 850 viviendas, de las cuales 660 serán de protección pública. Todo el ámbito de Txenperenea abarca una superficie de más de 163.000 metros cuadrados.

Las últimas estimaciones hablan de que el nuevo estadio pueda estar disponible en 2029, aunque este mismo mes se ha aprobado un Plan de Actuación Urbanizadora (PAU) que contempla la opción de que el traslado de las instalaciones de Plaiaundi se pueda llevar a cabo de manera anticipada. Pero todo está supeditado ahora mismo al aspecto económico.
«Ha habido mil sitios, se han dicho mil fechas, pero esta es la primera vez que existe un anteproyecto y que se ha tratado el tema en las Juntas de Gipuzkoa. Parece que estamos en una nueva fase, aunque lo vemos aún con desconfianza, porque se dicen plazos pero luego nunca se cumplen. Pero es cierto que estamos viendo avances», resume el directivo del Txingudi.

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