El Hotel Carlton de Bilbo ha acogido este martes a la tarde el acto de reconocimiento como «víctima del franquismo» a Alfredo Espinosa Orive, primer consejero de Salud que fue fusilado por los fascistas el 26 de junio de 1937 en Gasteiz, y a su familia. Desde Euskal Herriko Giza Eskubideen Behatokia, que instó al Ejecutivo de Imanol Pradales a reparar la memoria del que llamaban «el médico de los pobres», han agradecido al lehendakari haber liderado esta iniciativa.

El salón principal del hotel que fue sede del Gobierno de José Antonio Agirre ha sido el escenario del acto, con la presencia de una amplia representación institucional, así como de una delegación del Observatorio de Derechos Humanos de Euskal Herria (GEBehatokia), que han querido arropar a la familia Espinosa Gómez.

El propio Pradales ha destacado la «admiración» que siente hacia la figura del homenajeado, que fue consejero en representación de Unión Republicana, y ha incidido en que «mantenemos un deber moral como sociedad con una persona, un profesional y un servidor público ejemplar».

«Nos puso el listón muy alto. Fue un ejemplo de tesón, valentía, dignidad, compromiso y sentido del deber en circunstancias dramáticas», ha manifestado el lehendakari.

Además, ha recordado la entrega de Espinosa Orive con lo público en el poco tiempo que desempeñó tareas de gobierno en el Gabinete de José Antonio Agirre. «Se entregó en favor de las personas más vulnerables. Defendió los derechos de los presos del bando rival. Y reivindicó con hechos la humanización en la guerra», ha remarcado.

En su discurso, con el que se ha cerrado el acto, Pradales ha destacado la idea de la libertad como compromiso con los demás y con la construcción de un país y un mundo más justo y avanzado. «La persona -no el individuo- y su dignidad por encima de todo, nos interpelan hoy con fuerza renovada ante el mundo de bloques, nuevos populismos y autoritarismos que se abre camino ante nosotras y nosotros», ha afirmado el lehendakari.

En otro pasaje de su intervención, Pradales ha rememorado las palabras de Espinosa en el sexto aniversario de la proclamación de la Segunda República española, de las que ha sostenido que «casi 80 años después, tienen vigencia». «El único camino a seguir no son las dictaduras, llámense como se llamen, sino la democracia, la tan injuriada y denostada democracia, que aún tiene mucho que hacer», ha recitado.

Un momento muy emotivo ha sido cuando Pradales, como lo hizo Agirre en 1956 en el Primer Congreso Mundial Vasco en París y Juan José Ibarretxe en 2006 en el 70 aniversario de la constitución del Gobierno Vasco en Gernika, ha dado lectura a la carta de despedida que Espinosa escribió al primer lehendakari pocas horas antes de ser fusilado en una pared del cementerio de Santa Isabel de Gasteiz.

«Mantener el testimonio»

«Es nuestra responsabilidad mantener su testimonio y reforzar el camino de la verdad, la justicia y la reparación, en recuerdo a Alfredo Espinosa», ha enfatizado el lehendakari.

Antes, ha intervenido Alfredo Espinosa Gómez, hijo del consejero fusilado, que recogiendo el guante de su padre ha hecho un alegato contra las guerras después de resumir lo vivido por su familia. Ha agradecido el reconocimiento institucional, que también abarca a su madre, Francisca Gómez Castell, a su hermana –ya fallecida– y a él.

«Con su reconocimiento, queremos sacar del silencio todas aquellas vidas de dolor y sufrimiento de tantas y tantas mujeres que han sido invisibilizadas durante demasiado tiempo. Sin su recuerdo jamás podremos construir una memoria justa e inclusiva», han señalado desde el Ejecutivo.

Valoración del Observatorio

Desde el Observatorio de Derechos Humanos de Euskal Herria han querido agradecer al lehendakari Imanol Pradales haber liderado esta iniciativa, que le sugirieron el pasado 4 de noviembre y que hicieron pública días después. El acto de reconocimiento, han apuntado, se apoya en la Ley 9/2023 de Memoria Histórica y Democrática de la CAV.

También han saludado que los Ayuntamientos de Gasteiz y Bilbo, lugares donde fue fusilado y nació Alfredo Espinosa Orive, han acogido favorablemente las sugerencias que les han planteado para dar importancia a su figura.

Han querido subrayar que, tanto la Ley española 20/2022 de Memoria Democrática como la ley antes citada, «ofrecen mecanismos de reparación de los que, entendemos, deben apropiarse las instituciones, las organizaciones y sindicatos vascos y las propias familias, ejerciendo su derecho a la dignidad de las personas represaliadas».

«Gracias a las diferentes leyes, se están dando pasos en el plano institucional, en la verdad y la reparación y estos vienen a corroborar la verdad y el reconocimiento social que ya existía. Para sentar las bases de no repetición, es importante que casos como este se socialicen y sean conocidos también entre las nuevas generaciones», han sostenido desde GEBehatokia.