Iñaki  Iriondo
Cronista político

Los que tanto te criticaron te aplauden ahora

Se celebró ayer en Gernika el acto oficial del 45 aniversario de la constitución del Parlamento de Gasteiz, , en el que se homenajeó la «dedicación y el compromiso» de aquellos parlamentarios y parlamentarias. Entre el protocolo y las poses serpenteaba un enorme cambio político y de convivencia.

1981 y 2025, 44 años de distancia y dos situaciones muy distintas.
1981 y 2025, 44 años de distancia y dos situaciones muy distintas. (Javier Gallego-EGIN | Jaizki Fontaneda | Foku)

Las dos imagenes que ilustran esta crónica son representativas de dos tiempos políticos muy distintos. En la primera, del 4 de febrero de 1981, los parlamentarios de Herri Batasuna que no participaban en la vida ordinaria de la Cámara, para denunciarla como una institución de partición de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa con Nafarroa, se levantan ante Juan Carlos I para cantarle puño en alto el “Eusko Gudariak”. Mientra el resto aplaudían al rey e intentaban acallar a los independentistas, el servicio de seguridad del PNV (todavía no había Ertzaintza) sacaba a los cantores de la Casa de Juntas de Gernika.

La segunda imagen corresponde al acto oficial de celebración ayer del 45 aniversario de constitución del Parlamento, en la que todo el arco político actual homenajeó «la dedicación y el compromiso» de los primeros parlamentarios y parlamentarias de esa legislatura inicial, tanto los que participaban activamente en el sistema, como los que la combatían.

Habrá quien quiera ver que aquellos representantes díscolos de la izquierda independentista aceptan ahora la medalla conmemorativa de la institución; pero tampoco se puede dejar de lado la evidencia de que quienes les abuchearon e insultaron en aquella visita del Borbón, ayer les aplaudían, incluso a algún parlamentario que ha pasado largos años de cárcel por su participación activa en ETA. También estaría bien saber cuántos de ellos y sus partidos seguirían a día de hoy aplaudiendo al «emérito».

Entre 1980 y 2025 la política vasca se ha apaciguado, en beneficio de la convivencia. Las diferencias se dirimen por vías democráticas, e incluso el primer lehendakari de la era autonómica, Carlos Garaikoetxea, y una mujer combativa como Itziar Aizpurua, han coincidido en EH Bildu.

SUPERACIÓN

Precisamente el lehendakari Carlos Garaikoetxea fue probablemente el cargo más ovacionado en el acto de ayer sin distinción de la sigla de los asistentes. Se pudo ver a protagonistas de debates de buena esgrima parlamentaria, como algunos miembros de Euskadiko Ezkerra. En el tiempo transcurrido, también han fallecido integrantes de la primera legislatura, y sus medallas de recuerdo las recogieron sus familiares.

En los discursos hubo mucho de reivindicación del esfuerzo de institucionalización de aquellos años. Pero también algún tic del pasado que debiera intentar superarse. Como cuando la que fuera vicepresidenta primera de la Mesa de 1980, Inmaculada Boneta y Piedra, lamentó que «no había paz», aunque solo en referencia a ETA (a la que atribuyó el atentado contra Enrique Casas, al que mataron los Comandos Autónomos Anticapitalistas) y no hizo ninguna mención al terrorismo de Estado de tan sangriento historial en aquel tiempo.

Tras un acto de cierta reafirmación autonómica en general, el portavoz de EH Bildu, Pello Otxandiano, reivindicó que «es imprescindible dar un salto político, lo que implica alcanzar un nuevo estatus jurídico y político para esta parte del país. Pero también es fundamental que el proceso de institucionalización de esta vieja nación avance en el resto de sus territorios históricos». En términos similares al artículo de opinión que ayer firmaban en estas páginas los parlamentarios de Herri Batasuna de la primera legislatura.

En el acto participaron todos los grupos políticos, los lehendakaris vivos salvo Juan José Ibarretxe, y las y los presidentes del Parlamento de las trece legislaturas.