El puerto de Hondarribia recibió este martes la visita inesperada de un ejemplar adulto de rorcual aliblanco, una especie de ballena barbuda que puede llegar a los cinco metros y medio de longitud y superar las cinco toneladas de peso.
Su paseo por las aguas de la zona fue capturado en un vídeo por Isaías Cruz y reproducido en el canal de Instagram de Verballenas.com, donde se comenta que esta especie, junto con las yubartas, «son muy costeras y más fáciles de ver desde cabos o puertos».
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El responsable de dicho canal, Gorka Ocio, ha explicado a NAIZ que su presencia puede deberse a su alimentación, habitualmente peces pequeños, y que coincide ahora con la temporada de la anchoa. «Se alimenta por filtración, captura a los peces y, a través de sus barbas y empujada por la lengua, expulsa el agua sobrante», describe.
El encuentro con dicho cetáceo concurrió con la llegada del buen tiempo, lo que trajo consigo que grupos de jóvenes se acercasen a lo largo de la tarde a dicho puerto para disfrutar del sol y ello facilitó que se pudiese recoger en imágenes dicho momento.
Aitzol Burguete, instructor de navegación de la empresa Navegavela, ha relatado a NAIZ mientras impartía clases en inglés a un alumno cómo el cetáceo pasó por debajo de su barco, una costumbre poco habitual en este tipo de animales, ya que suelen ser «bastante esquivos», concreta Ocio.
Durante el vídeo, se puede escuchar cómo algunos jóvenes presentes en la zona se sorprenden por el «enorme» tamaño del cetáceo. El episodio sucede a otro similar acaecido hace unos días, cuando se pudo avistar a un grupo de delfines entre Deba y Mutriku.
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