
La carretera que conecta Sigües con Tiermas son solo 11,6 kilómetros, pero sin duda los peores de todo el trayecto que conecta Nafarroa con Jaca y el Pirineo aragonés. Google Maps dice que se tardan 12 minutos en ir de un pueblo a otro, lo que implica una velocidad media inferior a 60 kilómetros por hora.
Desde este viernes se abrirá por fin la autovía que conecta estas dos localidades. El nuevo tramo reduce los kilómetros casi a la mitad, 6,6 km, además de ahorrarse las curvas que obligan a conducir a velocidades bajas y no permiten adelantamientos.
Se prevé que a la inauguración acuda el ministro Óscar Puente (Transportes) y la ministra Pilar Alegría, en este caso por cercanía, dado que es aragonesa.
Aragón ha acometido las obras con cuatro años de retraso sobre lo previsto, cuestión que la Comunidad Autónoma achaca a la complejidad de las obras, presupuestadas en 50 millones de euros, pero que se han disparado hasta los 68.
Sí que es cierto que el tramo ha requerido de complejas ingenierías, al incluir dos túneles, un falso túnel y dos viaductos.
Desde una perspectiva práctica, la conclusión de este tramo permitirá recorrer ya de forma continua 72,6 kilómetros de esta autopista, la A-21, que conectará Iruñea con Huesca, y cuya extensión total en el momento en que se complete será de 96,3 kilómetros.
En este sentido, Aragón ha mostrado mucho menos interés que Nafarroa por unir ambas ciudades. Los tramos navarros llevan una década completados, mientras que al otro lado de la muga todavía falta por construir el tramo de Fago a Puente la Reina de Jaca (11,6 km) y la variante de Jaca (6 km).

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