Bilbo se prepara para recibir el jueves a más de 4.000 aficionados del Rangers escocés con motivo del partido de Europa League frente al Athletic, de los cuales solo alrededor de 2.600 llegarán con localidad para acceder a San Mamés.

Será el desplazamiento de una afición visitante más masivo de esta temporada en la capital vizcaina, por la que ya han desfilado seguidores del AZ Alkmaar neerlandés, del Elfsborg sueco, de los equipo checos del Slavia Praga y Viktoria Pilsen y del Roma, que llegó a la capital vizcaína acompañado de unos 2.000 seguidores, el grupo más numeroso hasta ahora.

Para velar por la seguridad y evitar «actos vandálicos» como los sucedidos en la visita del equipo romano el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, ha asegurado este martes que «la Ertzaintza hará todo lo que tenga que hacer», sin dar más pistas. Será un dispositivo coordinado entre Ertzaintza, Policía Municipal y Athletic Club, ha dicho.

Se tiene previsto citar a la afición visitante en un punto de encuentro para que puedan marchar todos juntos acompañados por agentes de la Ertzaintza hasta el campo, aunque en casos recientes similares en Bilbo y Donostia las aficiones visitantes han hecho caso omiso a la invitación. Este punto se ubicará en el primer tramo de la calle Iparragirre, el más cercano al Museo Guggenheim sobre las 18:00, tres horas antes del comienzo del partido.

A esa hora se establecerán también restricciones a la circulación y cortes al tráfico en calles como Felipe Serrate, Sabino Arana, el Puente Euskalduna y el Sagrado Corazón. No obstante, media hora antes habrá ya cortes de la circulación en las calles aledañas al Hotel Carlton, lugar de concentración del Athletic.

Pero no todos los seguidores escoceses estarán en Bilbo. Un grupo de aficionados del Rangers ha alquilado una discoteca fuera de la capital, al parecer en Astrabudua (Erandio), para celebrar desde las 14.00 horas del jueves a las 6.00 del viernes una fiesta destinada a las personas que lleguen sin entrada.

Por otro lado, el vallado de los alrededores de San Mamés, que comenzó a probarse en el encuentro frente al Roma, ha ganado varias decenas de metros en el que será un nuevo test de cara a la final de la Europa League que se celebrará en ‘la Catedral’ el próximo 21 de mayo.