Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

Irujo afirma que ningún inversor vio viable a Sunsundegui con deuda

El consejero de Industria ha comparecido este martes a petición propia en el Parlamento navarro para informar de la situación de la planta de Sunsundegui. Allí ha concretado que 336 personas irán a la calle el mes próximo, de forma ya casi irremediable, tras acogerse otras 55 a bajas voluntarias.

El consejero Irujo, a su entrada a la comisión sobre Sunsundegui.
El consejero Irujo, a su entrada a la comisión sobre Sunsundegui. (Iñigo URIZ | FOKU)

El consejero navarro de Industria, Mikel Irujo, ha deslizado la posibilidad de que un inversor que dé continuidad a la actividad económica en la planta de Sunsundegui. Pero, en todo caso, llegaría después de que finalice el proceso de liquidación en el que entró la fábrica de carrocerías de autobuses este lunes.

Según sus palabras, los inversores que mostraron interés «solo ven viable una operación sin deuda», requisito que podría cumplirse tras terminar la fase de liquidación.

Irujo ha estado ciertamente elusivo sobre el futuro de la empresa, recordando que el siguiente paso es el informe que las administradoras concursales presentarán ante el juez. Su tono, en cualquier caso, no ha desprendido optimismo.

El consejero tampoco ha ofrecido más detalles cuando su compañero de partido, Mikel Asiain (Geroa Bai), le preguntó específicamente a qué se refería con que hay inversores que ven viable el proyecto sin deuda.

De los 16 inversores con los que se ha contactado, el único que pareció tener interés real fue el belga Dumarey, que declinó formalizar su propuesta para la planta de Altsasu el pasado 28 de marzo.

Por otro lado, Laura Aznal (EH Bildu) lanzó una advertencia clara sobre ciertos inversores que se aprovechan de las situaciones de extrema debilidad como la que atraviesa Sunsundegui. «No hay que dar por finiquitado nada, pero es hora de mirar al futuro», ha aseverado.

Aznal ha reclamado «un plan de regeneración y reconversión industrial» para Sakana que tenga en cuenta el trabajo que llevan años desarrollando los agentes locales.

El propio Asiain ha urgido al consejero a «no malvender» la empresa, mientras que Miguel Garrido (Contigo Zurekin) alertaba sobre el peligro que supone «generar falsas expectativas» e insistía en que «no hay que hacer caso de los cantos de sirena».

En la sesión de ayer de la comisión de Industria también estuvo presente el comité de empresa y todos los partidos les mandaron mensajes de solidaridad y empatía.

Según ha informado el consejero, una vez finalice el ERTE actual el próximo día 30 de abril, la totalidad de la plantilla parece abocada a un ERE de extinción que supondrá el despido de 336 personas, después de que 55 de los trabajadores optaran por una baja voluntaria.

Se estima, además, que la fábrica de carrocerías de autobuses genera otros 150 empleos indirectos en la zona.

El grueso de la intervención del consejero consistió en un cronograma desde que la empresa recibiera la oferta de Volvo en 2023, momento en que Sunsundegui buscó el apoyo del Gobierno navarro, que la financió con más de nueve millones de euros, además de lograr apoyos bancarios privados por otros 13 millones.

El contrato con la multinacional fue secreto y Volvo no deja que se divulgue. El PP lo ha demandado públicamente y los letrados de la cámara dicen que Irujo lo debe de entregar, pero aun así el consejero se niega por miedo a represalias de la compañía.

Sunsundegui no fabricó carrocerías de autobús al ritmo que Volvo exigía pese a aumentar el personal y cambiar al Consejo de Administración (que logró desatascar los más de cien autobuses que habían quedado sin completar y aumentó progresivamente la velocidad de producción), de modo que, seis meses después, la compañía desistió de encargarle sus modelos más modernos.

Sin embargo, Irujo ha remarcado en varias ocasiones que a la planta de Altsasu nunca la faltó carga de trabajo. Y que sigue confiando en el proyecto. «Aquí nadie tira la toalla», ha repetido varias veces.