Una comisión de acreditados expertos está verificando el alto el fuego de ETA
Cinco expertos con un largo historial y contrastado reconocimiento conforman la Comisión Internacional de Verificación del alto el fuego en Euskal Herria. Su objetivo es evaluar la tregua «permanente, general y verificable» anunciada por ETA el 10 de enero de 2011.
Su trabajo está marcado por la seriedad y la discreción, y esas han sido también las formas del anuncio de su creación. Una sobria nota de prensa y dos fotografías han constituido la tarjeta de presentación de la Comisión Internacional de Verificación del alto del fuego de ETA. Poco espectáculo mediático y mucho trabajo sobre el terreno.
La comisión está formada por cinco hombres y coordinada por una mujer cuyos nombres dicen poco a la mayoría de la ciudadanía vasca, pero son expertos de primera línea en este tipo de tareas. El grupo está presidido por Ram Manikkalingam, director del Grupo de Asesores para el Diálogo (DAG) de Amsterdam, que ha intervenido en proceso de paz por todo el mundo. Le acompañan Ronnie Kasrils, de Sudáfrica, Raymond Kendall y Chris Maccabe, de Gran Bretaña, y el teniente general Satish Nambiar, de India, mientras que su coordinadora será Fleur Ravensbergen.
Estas personas han estado manteniendo encuentros en los últimos días con partidos, asociaciones de empresarios, sindicatos y con la Iglesia católica para hablar sobre el comienzo de su trabajo. Hoy, en Bilbo.
Según ha podido saber GARA, se han reunido con PNV, PSE, izquierda abertzale, EA y Alternatiba, y con los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT, entre otros contactos mantenidos con diversos agentes.
Un trabajo «técnico»
La Comisión Internacional se centrará en realizar una labor técnica de verificación del alto el fuego anunciado por ETA el pasado 10 de enero. Por eso, sus integrantes desean subrayar su independencia del Grupo Internacional de Contacto, auspiciado por Brian Currin y que tiene unas funciones más políticas. Fuentes conocedoras de los trabajos subrayan que la Comisión no pretende analizar a ETA, sino evaluar la tregua de una forma «muy profesional».
Desde la declaración del alto el fuego, ETA destacó que éste «puede ser verificado por la comunidad internacional». Así se recogía en su propio comunicado. Sin embargo, los gobiernos español y francés se han negado a oficializar estas labores de verificación e incluso las han despreciado en público. Ante esta negativa gubernamental, ETA se mostró dispuesta a «aceptar un mecanismo de verificación informal».
La verificación internacional por agentes «externos» de los cumplimientos de declaraciones de «alto el fuego» o «cese de hostilidades» es una práctica común en todo tipo de conflictos.
La Comisión Internacional de Verificación sostiene que su creación obedece a la «petición de diferentes elementos de la sociedad vasca» y anuncia que su labor será «seria y rigurosa», para lo que «trabajará junto a todos los elementos posibles de la sociedad vasca».
En los días que sus componentes han estado en Euskal Herria han creado una red de contactos para mantenerse al corriente de todos los movimientos que se produzcan y volverán periódicamente para mantener nuevas reuniones e intercambiar información e ideas.