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Una Diada histórica

El exponencial crecimiento del independentismo en el Principat y la delicada situación de la economía catalana, con el rescate y la previsible negativa al pacto fiscal de fondo, hacen prever una movilización multitudinaria en Catalunya con motivo de la Diada Nacional del 11 de setiembre.

Manifestación de la Esquerra Independentista en la Diada del 2011. (Beñat ZALDUA)

Nadie duda ya a estas alturas de que la manifestación unitaria convocada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para el 11 de setiembre en Barcelona será histórica. Al menos así lo pretenden los organizadores, que han confirmado la llegada a la capital de 700 autobuses y que pretenden convertir la movilización de la Diada en un punto de inflexión en el calendario político. Las razones para que así sea son varias.

Por un lado, el indudable crecimiento del independentismo, reflejado cada tanto tiempo en las encuestas del Centre d'Estudis d'Opinió -en junio señalaba que el 51,1% de los catalanes votaría a favor de la independencia-, ha conseguido colocar el debate sobre la independencia en el centro de la arena política, cuando hace unos años era patrimonio casi exclusivo de la Esquerra Independentista. Este crecimiento del independentismo -cuyas causas analizamos en otro reportaje A Fondo-, hacen prever un seguimiento masivo de la Diada.

Pero no es la única razón. La explosiva situación política y económica que vive el Principat también es caldo de cultivo para la movilización del 11 de setiembre. Más allá de la discutible gestión del Govern, la petición de rescate al Fondo de Liquidez Autonómico ha mostrado con toda su crudeza la inviabilidad de Catalunya como Autonomía en el contexto actual. Por otro lado, el desdén con el que han acogido en Madrid la propuesta de pacto fiscal y la previsible negativa ni siquiera a negociarlo, ponen de relieve que la situación no se solucionará por la benevolencia del Estado.

Es otro de los motivos para convertir la movilización de la Diada en un día histórico, algo que Mas quiere utilizar -pese a no participar en la manifestación- para barrer para casa y fortalecer su posición a la hora de intentar negociar el nuevo modelo de negociación con Rajoy, con quien se reunirá el 20 de setiembre en la Moncloa. Los organizadores dejan claro, sin embargo, que no es una movilización a favor del pacto fiscal, sino a favor de la independencia. «La pancarta que cuenta es la primera», señaló la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), y la verdad es que el lema no da pie a dobles lecturas: ‘Catalunya, nou Estat d'Europa’. Por lo tanto, el 11 de setiembre será también un día idóneo para demostrar al Govern que sí, que el pacto fiscal les parece bien, pero que lo que se reclama no es eso, sino directamente la independencia.

Sin embargo, hay una razón más para entender el carácter multitudinario que tendrá la manifestación que a la tarde recorrerá Barcelona. Es el papel que ha jugado la ANC como reflejo y punto de encuentro del llamado independentismo transversal. Después de calentar motores durante todo el verano con la Marxa cap a la Independèndencia, que ha recorrido todo el territorio del Principat, la ANC ha conseguido convocar, por primera vez en muchos años, una manifestación unitaria para la Diada, en la que desfilarán -juntos pero no revueltos-, desde CiU hasta los ecosocialistas de ICV-EUiA y buena parte de la Esquerra Independentista -que mantiene también su convocatoria-, pasando por ERC, Solidaritat y algunas de las cabezas visibles del sector catalanista del PSC.

Todo servido, por lo tanto, para hacer de la Diada Nacional un punto de inflexión en el calendario político del Principat.