Iñaki Goioaga niega haber planeado la fuga de un preso

Iñaki Goioaga, Gorka Garcia Sertutxa, y Ana Paz han negado hoy en la Audiencia Nacional española la acusación de haber ideado la fuga del preso político vasco mediante un plan que incluiría el uso de un helicóptero para sortear los muros de la prisión de Huelva, donde se encuentra dispersado.

Iñaki Goioaga, Gorka Garcia Sertutxa, y Ana Paz, que se enfrentan a penas de 16, 6 y 8 años de cárcel, respectivamente, se han negado a contestar a las preguntas del fiscal y han respondido únicamente a las preguntas de sus abogados en el juicio que ha arrancado hoy en la Audiencia Nacional española.

Todos ellos han indicado que sí reconocieron algunas de las acusaciones lanzadas por la Guardia Civil en 2009 fue tras ser maltratados por los agentes del Instituto Armado.

«Nunca he planeado una fuga», ha subrayado Goioaga, que ha declarado que lleva 27 años ejerciendo como abogado, la mayoría de ellos en el tribunal de excepción español que ahora le juzga.

A preguntas de su letrada, Jone Goirizelaia, ha reconocido que asiste legalmente tanto a Gorka Garcia Sertutxa como a otros presos políticos vascos. Sin embargo, ha rechazado ser miembro de ETA, negando haber colaborado en el cobro del denominado «impuesto revolucionario», así como que entregara papeles de la organización armada a Ana Paz, entonces pareja de García Sertutxa, para que esta se los facilitase al preso aprovechando los vis a vis.

El togado ha relatado haber sufrido golpes durante su arresto, ocurrido en junio de 2009.

Por su parte, Garcia Sertutxa ha corroborado la versión del letrado, asegurando que «nunca» ha intentado fugarse. Asimismo, ha indicado que en los 17 años que lleva encarcelado no ha mantenido ningún tipo de relación con ETA y no ha recibido comunicaciones de la organización armada.

Tras la sesión de esta tarde el juicio quedará visto para sentencia mañana, con la declaración de los últimos testigos y las conclusiones finales.

Iñaki Goioaga fue arrestado en junio de 2009 junto a Gorka García Sertutxa y otros dos presos políticos vascos –que quedaron arrestados e incomunicados en la cárcel– y dos familiares, una de ellas Ana Paz.