Nafarroa se ahorraría los recortes con la fiscalidad de Gipuzkoa
La aplicación de las líneas maestras del acuerdo socioeconómico se materializaría en Nafarroa en seis medidas, según la izquierda abertzale, Aralar y EA. Según sus datos, una modificación fiscal basada en un criterio equitativo, así como la moratoria en grandes infraestructuras, permitiría impulsar el gasto social, fortalecer el sector público y apostar por investigación. Además, proponen un debate por comarcas y la creación de un banco público.
La izquierda abertzale, EA y Aralar hicieron pública su propuesta para modificar el régimen fiscal de Nafarroa, detallando las líneas concretas de actuación para una crisis como la que sacude el herrialde. Los tres partidos presentaron unas cuentas, según las cuales, si Nafarroa aplicase una fiscalidad como la que Bildu ha conseguido sacar adelante en Gipuzkoa, la recaudación subiría 97 millones de euros, casi cuatro veces lo que el Gobierno navarro va a recortar con su último plan.
Una fiscalidad al estilo guipuzcoano afectaría únicamente a los impuestos directos, ya que son los únicos sobre los que las haciendas forales tienen potestad. La modificación se refiere, fundamentalmente, al IRPF, las sucesiones y donaciones, al impuesto de sociedades y al del patrimonio. El principio que ha regido la modificación tributaria en Gipuzkoa, según los tres partidos, ha sido la equidad, para así «asegurar una mayor redistribución de la riqueza».
Esta es solo la primera de una serie de medidas que se han presentado como una alternativa a los recortes, que se han convertido en algo habitual en Nafarroa desde noviembre pasado. La segunda idea que defendieron ayer Txelui Moreno (izquierda abertzale), Xabi Lasa (de Aralar) y Aitor Etxarri (EA) es aplicar una moratoria de las grandes infraestructuras. Esto permite canalizar recursos hacia necesidades más perentorias y, en concreto, la propuesta es apostar por el sector público y el gasto social. En particular, los tres partidos reivindican ir más allá de las medidas que se han aprobado en las Juntas de Gipuzkoa, destinadas fundamentalmente a mantener el gasto social, y creen necesario ampliar el sector público.
Además de la moratoria y la apuesta por lo público, la tercera dirección del gasto se debe dirigir a la Investigación y el Desarrollo, porque sólo así se garantiza «la renovación y diversificación del sistema productivo». En este punto, dirigen su foco a la remodelación del sistema agrario y ganadero, para que se revierta la dinámica de importación, y dirigir hacia la sostenibilidad medioambiental toda la producción. En este sentido, se menciona el ahorro energético y apuestan por la priorización de los sectores que generan un alto valor añadido.
La profundización en estas líneas maestras debe de darse a la par de un debate en cada comarca «para el análisis y determinación del necesario desarrollo social». El objetivo del trabajo por eskualdes es determinar un modelo «endógeno y basado en las propias potenciales tanto en recursos humanos como materiales», señalaron los tres partidos.
En último término, el acuerdo socioeconómico busca la creación de un banco público, que sea capaz «de reorientar la inversión hacia sectores estratégicos». Este banco sería una herramienta de creación de empleo y de utilidad ciudadana. Asimismo, serviría para reorientar el modelo económico de crecimiento constante hacia uno que sea «más racional».