Los 115 cardenales electores se encierran en la Capilla Sixtina tras el ‘Extra Omnes’
Los 115 cardenales electores se han encerrado en la Capilla Sixtina para elegir al 266 Papa de la Iglesia Católica y sucesor de Benedicto XVI, después de que el Maestro de Ceremonias, el cardenal Guido Marini, haya pronunciado el ‘Extra Omnes’.
Previamente, los cardenales han caminado en procesión, acompañados por el prefecto de la Casa Pontificia y secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein, desde la Capilla Paulina a la Capilla Sixtina. El segundo Cónclave del tercer milenio ha arrancado a las 16.30, ya que antes de cerrar las puertas de la Capilla Sixtina, el cardenal decano, Angelo Sodano, ha leído la fórmula de juramento y, a continuación, cada cardenal elector ha pronunciado su nombre y, poniendo la mano sobre los Evangelios, ha dicho: «Prometo, me obligo y juro».
Según la fórmula del juramento, recogida en la ‘Universi Dominicis Gregis’, los cardenales prometen «observar con la máxima fidelidad» el secreto sobre todo lo relacionado con la elección del nuevo Papa, tanto durante como después de la elección; juran no favorecer ninguna interferencia, y cada uno se compromete, en caso de ser elegido, a desempeñar fielmente el ‘munus Petrinum’ de Pastor de la Iglesia Universal.
A continuación, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, Guido Marini, ha pronunciado el ‘Extra Omnes’ (todos fuera) y los no electores han abandonado la Capilla Sixtina. Tras la meditación, el eclesiástico encargado de pronunciarla ha salido de la Capilla junto al Maestro de Celebraciones Litúrgicas. A partir de ese momento, los purpurados han quedado incomunicados.
Primera fumata
Se espera que la primera fumata del Cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI pueda verse hacia las 20.00 y será previsiblemente negra, ya que es «difícil» que este primer escrutinio sea positivo, según ha explicado el jefe de la Sala de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
No obstante, ha precisado que esta fumata aparecería en caso de que los cardenales decidieran votar, pero que esta primera votación no es obligatoria, por lo que podrían decidir posponerla. Si es así, se conocerá por la noche, cuando los cardenales estén cenando en la Casa de Santa Marta.
Al menos 77 votos
El nuevo Papa sólo saldrá elegido por mayoría cualificada de dos tercios del cuerpo cardenalicio, es decir, necesitará 77 votos para ser elegido.
La Capilla Sixtina cerró sus puertas al público a las 13.00 del pasado martes para iniciar los preparativos del Cónclave. Desde entonces, los operarios han encargado de colocar las dos estufas, una para quemar las papeletas de los escrutinios y otra para hacer el humo negro o blanco, y de elevar el piso para hacer un único nivel que llega al primer escalón del altar y donde se colocarán las mesas y sillas.
Los cardenales deberán emitir su voto secreto frente al fresco pintado por Miguel Angel en la pared del altar de la Capilla Sixtina, el ‘Juicio Universal’.
Incomunicados
Durante el periodo de escrutinios, los purpurados deberán abstenerse de enviar o recibir mensajes de fuera de la Ciudad del Vaticano. Además, según las normas, «quienes directa o indirectamente pudieran violar el secreto ya se trate de palabras, escritos, señales o cualquier otro medio, incurrirían en la pena de excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica». Asimismo, las reglas marcan que los cardenales se abstendrán de toda forma de pactos y compromisos de común acuerdo.
La forma de elección se realizará únicamente por escrutinio. Si eso no ocurre en la tarde del primer día, es decir, en la primera votación, se continuará en la segunda jornada con cuatro escrutinios más, dos por la mañana y dos por la tarde.
Hora fija para la fumata
Salvo este martes, si la elección fuera positiva, el humo blanco se podrá esperar en torno las 10.30-11.00 de la mañana y las 17.30 o 18.00 por la tarde. Si no hay elección, los horarios que se esperan el humo negro es entorno a las 12.00 al final de la mañana y en torno las 19.00 al final de las dos votaciones de la tarde.
Cuando haya elección, sonarán las campanas de la Basílica de San Pedro y desde la aparición de la fumata blanca hasta el anuncio de la elección pasarán alrededor de 40 minutos, porque se llevan a cabo el rito de la aceptación de parte del nuevo Papa, el cambio de los ornamentos, así como también el rito de obediencia por parte de los cardenales presentes en la Capilla Sixtina.
Si ningún cardenal consigue los dos tercios en las votaciones durante tres días consecutivos, el proceso de elección se suspende por un día para realizar una pausa de oración y de libre coloquio entre los cardenales electores.
Si tras cuatro series de escrutinios no se obtuviera resultado positivo, entonces, podrá procederse a la votación entre los dos cardenales más votados en el último escrutinio, pero no por mayoría sino que de nuevo se deberán alcanzar «al menos» dos tercios.
Finalmente, cuando sea elegido el nuevo Papa, el cardenal decano le pedirá su consentimiento y le preguntará cómo quiere ser llamado y el Maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias levantará acta. Los fieles presentes en la Plaza de San Pedro podrán ver la fumata blanca.
Posteriormente, el nuevo Papa va a la 'habitación de las lágrimas' para vestirse y vuelve a la Capilla Sixtina para una pequeña ceremonia con una oración y un pasaje del Evangelio. En ese momento, todos los cardenales demuestran su obediencia al nuevo Pontífice y después cantan el Te Deum. Por primera vez, el nuevo Pontífice irá a la Capilla Paulina a rezar unos minutos. Poco después, el cardenal protodiácono, Jean Luis Taurán, pronunciará --si no es él el elegido-- el 'Habemus Papam'. Posteriormente, el nuevo Pontífice imparte la Bendición Urbi et Orbi como en Pascua y Navidad.
En cuanto a la misa de entronización, aunque se especula con la fecha del próximo domingo 17 de marzo, el portavoz vaticano ha señalado que también en un día laborable, dependiendo de la fecha de elección.