Una marea roja toma Caracas en el traslado del cuerpo de Chávez al Museo de la Revolución
Miles de personas han salido a las calles de Caracas con motivo del traslado del féretro del presidente Hugo Chávez al Museo de la Revolución, donde permanecerá a la espera de su previsible traslado al Panteón Nacional, junto al libertador Simón Bolívar.
Tras diez días de capilla ardiente en la Academia Militar, la cúpula militar y política, así como la familia del difunto mandatario, han participado en una ceremonia religiosa que ha marcado el inicio de esta intensa jornada, punto seguido en los homenajes al comandante Chávez.
Los familiares más cercanos han realizado la última guardia de honor al presidente en el interior de la Academia antes de trasladar el cuerpo hasta el coche fúnebre que, durante horas, ha transportado el féretro por las calles de la capital.
María Gabriela, una de sus hijas, ha pronunciado un discurso antes de la partida de la comitiva. «Me dijiste que fuera fuerte en caso de que llegara lo peor. Te juro que sacaré fuerzas de donde no las tengo. Gracias por tus canciones, por tus llantos, por tantas alegrías. Sobre todo gracias comandante por devolvernos la patria», ha manifestado.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, ha subrayado que Chávez «superó» todas las pruebas que tuvo en la vida. «Donde llegaba Chávez, ahí ponía su sello. Al llegar a la Presidencia se convirtió en un presidente ejemplar, el único que se encargó de atender a los pobres», ha asegurado.
Con una ceremonia militar en la que se han disparado salvas como homenaje a Chávez –un cañonazo sonará a diario a las 16.25, hora de su muerte– y el Sistema Nacional de Orquestas ha interpretado el himno nacional, los restos del difunto mandatario han partido hacia su nuevo destino.
El transporte del féretro se ha realizado en un coche y la cúpula política ha viajado a bordo de un vehículo descubierto conducido por el presidente encargado, Nicolás Maduro.
El cortejo fúnebre ha concluido en el Museo de la Revolución, antiguo cuartel militar desde donde el líder revolucionario llevó a cabo el golpe de Estado de 1992.
El conocido como Cuartel de la Montaña albergará los restos del mandatario hasta que las autoridades decidan su destino definitivo. Para depositar el féretro, se ha construido un sepulcro especial que representa la flor de los cuatro elementos como símbolo del renacer de la patria.
Maduro desveló al principio que el cuerpo de Chávez sería embalsamado para su exposición «eterna», aunque el proceso, al parecer, podría no llevarse a cabo al no haberse iniciado en el momento necesario, según ha precisado después el ahora jefe de Estado provisional.
El Gobierno venezolano aún no ha decidido si trasladará los restos de Chávez al Panteón Nacional, donde se encuentra enterrado el libertador Simón Bolívar, aunque para ello se necesita un cambio en la Constitución. La Carta Magna venezolana reserva «los honores del Panteón Nacional a venezolanos y venezolanas ilustres, que hayan prestado servicios eminentes a la República, después de transcurridos veinticinco años de su fallecimiento».
«Nos toca a nosotros»
El cuerpo de Chávez ha sido recibido en el Museo de la Revolución por parte de los militares que le acompañaron en su intento de golpe de Estado, visiblemente emocionados mientras volvían a entonarse los himnos de la revolución bolivariana y durante los discursos que pronunciaban, también entre lágrimas, varios de los presentes.
Quienes han tomado la palabra han coincidido en destacar que la muerte de Chávez no significa el fin de la revolución que el líder bolivariano promovió hace más de una década, algo que ha querido dejar claro especialmente su sucesor. «Hoy iniciamos la marcha sin usted presente, pero con usted al frente», ha comentado Maduro.
El mandatario interino ha repasado la vida de un «joven lleno de sueños» reconvertido en «cristo de los pobres», capaz de «sembrar» unos valores y unas ideas que perdurarán «por los siglos que están por venir».
Maduro ha prometido de nuevo «lealtad» a Chávez, quien ya «comenzó otra vida, la vida eterna». En este sentido, ha destacado que «si hay alguien que se ganó la protección divina y la vida eterna ese alguien ese hombre es Hugo Chávez Frías», por lo que «misión cumplida comandante».
«Ahora nos toca a nosotros», ha manifestado Maduro, candidato por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) a las elecciones del 14 de abril. «La misión es nuestra, tomamos su bandera, tomamos su causa», ha apostillado.
Chávez designó en vida a Maduro como su sucesor y, ahora, este quiere «entregarle la victoria» de los próximos comicios, a los que el oficialismo vuelve a acudir con ventaja en los sondeos. Maduro ha prometido regresar al Museo de la Revolución «ya no como presidente encargado, sino como presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela».
Palabras emocionadas
El hermano del difunto mandatario, Adán Chávez, ha tomado la palabra para advertir del «punto de no retorno» al que ha llegado la revolución bolivariana. «Nada ni nadie nos detendrá. Seremos libres por decisión de nuestro pueblo», ha destacado, de pie ante el féretro de su hermano.
En este sentido, el gobernador del estado de Barinas ha prometido que «no fallarán» al pueblo y seguirán construyendo el socialismo revolucionario. Adán Chávez ha apuntado que su hermano «seguirá liderando el proceso desde ese plano superior» mientras el Gobierno se encarga del «terrenal».
«Que viva Hugo Chávez, carajo», ha gritado el gobernador en la parte final de su discurso, ya entre lágrimas.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, ha transmitido a «la familia de Hugo» que «no está solo», puesto que «el mundo está presente para acompañar este gran dolor». Chávez deja para América Latina «un camino trazado», según Morales, que ha citado como objetivo último del socialismo «la liberación de los pueblos».