Fundación Onkologikoa abre la puerta a gestores externos
En noviembre del año pasado, Fundación Onkologikoa suscribió un convenio con oncólogos de una empresa de Madrid para labores de asesoramiento y un cambio de estrategia, reforzando los ensayos clínicos en el mismo centro. Aquello también posibilitó una gerencia externa, con el nombramiento de Almudena Moreno como delegada general. Este es un relato sobre cómo se efectuó el contrato y las sensaciones que ha despertado.
El cambio sustancial en el organigrama de Onkologikoa se dio en noviembre del pasado año, aunque entonces aquello no trascendió a los medios, siendo modificaciones que decidió y ejecutó Fundación Onkologikoa, y que quedaron de puertas para adentro. No obstante, ha sido recientemente cuando esas nuevas asignaciones han provocado las reacciones públicas de médicos, trabajadores e instituciones, que advierten de que estas maniobras allanan el camino de la privatización.
Para entender el por qué de la posible privatización, hay que poner la atención sobre dos factores. El primero, es el convenio que el presidente de Fundación Onkologikoa, Juanjo Goya, suscribió con cuatro oncólogos de Madrid del Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC), de carácter privado y que pertenece a HM Hospitales. Se trata de Manuel Hidalgo, Cristóbal Belda, Emiliano Calvo y Antonio Cubillo.
Hidalgo, a su vez, pertenece a Europe Oncology S.L., donde ostenta el cargo de administrador único. Justamente, esta empresa se registró el 5 de noviembre de 2012, esto es, el mismo día en que alcanzó el acuerdo con Fundación Onkologikoa.
El convenio contempla una cláusula que permitió la creación de un Comité Científico Asesor -su presidente es Hidalgo-, integrado por, además de los citados médicos madrileños, Ander Urrutikoetxea, María Jesús Mitxelena y Arrate Plazaola, estas dos últimas a propuesta de Onkologikoa.
Este órgano es consultivo y realiza funciones de apoyo a los órganos decisorios de Fundación Onkologikoa, no teniendo funciones ejecutivas, y sus decisiones se rigen por cláusulas de confidencialidad.
El segundo y último factor a tener en cuenta es la elección de Almudena Moreno como delegada general, que proviene también del sector privado. Fue el citado comité quién la propuso, siendo elegida al ser votada por una mayoría que Fundación Onkologikoa cedió a los médicos madrileños. Así, desde noviembre, esta economista encabeza el puesto más alto en el organigrama del centro sanitario.
Cabe recordar que, cuando Moreno fue elegida como delegada general, Jon Etxeberria era entonces el director gerente de Onkologikoa, existiendo, por lo tanto, cierta duplicidad en las funciones y competencias de cada uno. Esta situación se prolongó durante unas semanas, ya que Etxeberria fue propuesto por el nuevo Gobierno de Iñigo Urkullu para dirigir Osakidetza, oferta que aceptó.
Al tratarse de un acuerdo alcanzado entre una empresa privada y una fundación, no han trascendido los detalles. No obstante, GARA ha tenido acceso a un documento donde consta que responde a los objetivos que se propuso Fundación Onkologikoa en el marco de la «Reflexión estratégica Onkologikoa 2014», aprobada en 2010. Se trata de «lograr un modelo de gestión eficiente, afrontar el cambio generacional, desarrollar la comunicación, la calidad total así como incrementar la actividad».
En ese mismo documento se desvela que existió un primer acuerdo, al que se le añadió un anexo para modificar una serie de cláusulas el 5 de noviembre.
Entre los cambios, el más significativo es el relativo a las retribuciones. En un principio se fijó que cada oncólogo recibiría 2.000 euros por sesión del Comité Científico Asesor a la que asistiera en concepto de desplazamiento, y habiendo abonado previamente la factura preceptiva. Tras la modificación, se acordó que cada oncólogo recibirá 30.000 euros anuales. «Dichos honorarios serán abonados por Fundación Onkologikoa una vez emitida, con carácter trimestral, la correspondiente factura». Por lo tanto, finalmente cobran más del doble de lo acordado inicialmente.
Piden transparencia
A pesar de que el comité no tiene poder ejecutivo, la llegada de los oncólogos desde el sector privado ha generado incertidumbre y preocupación entre trabajadores y médicos de Onkologikoa. Este periódico ha hablado con personas que trabajan en el centro, y denuncian las condiciones en las que se han desarrollado los hechos, destacando, sobre todo, la poca transparencia.
«No sabemos muy bien en qué condiciones han llegado estas personas desde Madrid. Esto [Onkologikoa] siempre ha tenido una gestión centralizada, con el director gerente y una dirección médica, otra de enfermería, etcétera. Pero a finales del año pasado, de un día para otro, aparece Europe Oncology y se crea la figura de la delegada general, cuyos poderes desconocemos», cuentan.
«En noviembre de 2012 es la primera vez que oímos hablar de esta empresa. Y de un día para otro nombran a una delegada general, aunque inicialmente se propone a otra persona. No obstante, y por motivos que fuera, esa persona no llega a venir a San Sebastián, y en su lugar viene Almudena Moreno».
Tras la marcha de Etxeberria a Osakidetza, le sustituye en el cargo de manera temporal la entonces directora médica María Jesús Etxeberria, aunque finalmente Moreno acaba por asumir también este cargo.
Tras preguntar por los detalles, cuentan que les aseguraron que llegaban desde Madrid para reforzar los ensayos clínicos, en ningún caso para gestionar. No obstante, el organigrama les hace dudar, porque actualmente recae sobre Moreno toda la responsabilidad.
Sobre el perfil de esta economista, recuerdan que no pertenece a Onkologikoa, sino que está contratada por Europe Oncology. Además, destacan que nunca ha trabajado en un hospital.
Las mismas fuentes afirman que vive en un hotel de la capital de lunes a jueves, mientras que el resto de miembros de HM Hospitales, vienen cada tres meses. Por lo tanto, dado que el convenio se cerró en noviembre, han estado en Donostia una vez. Por el momento, estas personas no se han relacionado con los trabajadores.
Sobre los pormenores del convenio, así como el hecho de que se haya contratado a una empresa privada, tanto médicos como trabajadores han preguntado en varias ocasiones. «No sabemos realmente qué es lo que buscan, aunque oficialmente lo que dicen es que con su actuación pretenden potenciar el centro con ensayos clínicos y reducir el déficit y el gasto farmacéutico en cinco años».
Las mismas fuentes sostienen que la situación es «confusa» porque, aunque se trata de una empresa privada, desde ahí les han transmitido «que solo cuentan con el sector público porque entienden que el sector privado no les puede dar todas las cifras».
Son conscientes, y además asumen, que no tienen por qué saber el contenido íntegro del convenio, pero insisten en la falta de transparencia: «¿Qué es el convenio?, ¿hacia dónde va?, ¿cuánto se lleva esa empresa privada?», se preguntan.
Al parecer, aparte de las retribuciones antes expuestas, Europe Oncology se llevaría parte de la reducción del déficit. «Esta empresa se lleva su parte -dicen-, pero no sabemos cuánto. Además, otro asunto es cómo reducirán el déficit».
Sobre el salario de Moreno, sostienen que lo recibe de esta empresa privada, y que desconocen si Onkologikoa paga algún tipo de honorario a Europe Oncology. «Cuando se habla de privatización... el centro ya es privado en cuanto a entidad jurídica, pero que venga a gestionar una empresa externa sobre una empresa como esta... Nuestra actividad no tiene ánimo de lucro, y ellos en cambio sí... Eso nos crea inseguridad».
Quieren remarcar que lo principal es el paciente y su salud. Lo dicen al hilo de las declaraciones que realizó Urrutikoetxea, en las que dijo que hasta dentro de dos años no se verán los resultados de los ensayos clínicos. «Eso es demasiado tiempo, para nosotros demasiado, primero hay que ser asistencial porque si no, este hospital se muere».