El Foro Social plantea traer a los presos a Zaballa y transferir la competencia
Coincidiendo con la nueva visita a Euskal Herria del Grupo Internacional de Contacto (GIC), el Foro Social ha hecho públicas nuevas conclusiones que se derivan de las jornadas realizadas en junio en Iruñea y Bilbo, y que en esta ocasión se refieren exclusivamente a los presos. Antes del acto, el facilitador sudafricano Brian Currin ha destacado este problema como el fundamental en la actualidad junto a la finalización de ETA (desarme) y a la cuestión de las víctimas.
Tras las doce conclusiones emitidas tras el primer Foro Social y que hacían referencia a diferentes cuestiones, la segunda edición celebrada en junio ha dado pie a cuatro nuevas recomendaciones, relativas exclusivamente a la situación de los presos. Según han explicado en Donostia portavoces de Lokarri y Bake Bidea, como primer punto se propone «desligar las cuestiones relativas al respeto a los derchos fundamentales de las personas presas de las de su reintegración. Sus derechos fundamentales, en la medida en que son personas cuya dignidad humana debe ser respetada, tienen que ser garantizados sin condiciones, independientemente de su postura respecto al proceso de paz y a la convivencia».
En consecuencia, el Foro Social considera que los tratados internacionales suscritos por Madrid y París deben ser atendidos y respetados «sin excusas ni dilaciones». Y por ello, cree que debe finalizar el alejamiento con la aceptación de las peticiones hechas por los propios presos a las autoridades competentes. Según recuerda, ello se traduciría en el traslado de todos ellos a la cárcel alavesa de Zaballa.
Como tercer punto, el Foro plantea transferir a la CAV y a Nafarroa la competencia de prisiones, y en paralelo «elaborar un plan de reintegración social de las personas presas que cuente con el consenso de instituciones y partidos políticos y la participación de actores sociales». Entre otras cosas, subraya que este plan debe contar con la implicación de las personas presas.
En cuarto y último lugar, se recomienda «facilitar la participación constructiva de las personas presas en el proceso de paz», que cree que se debiera traducir en «un compromiso nítido con el proceso de paz y convivencia, renuncia a las vías violentas y reconocimiento sincero del daño causado».