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Último adiós civil a Iosu Uribetxebarria

Este mediodía se ha celebrado un funeral civil en el parque Aldai de Arrasate para dar el último adiós a Iosu Uribetxebarria. La familia ha mostrado su deseo de que el acto se celebre en la intimidad, por lo que han pedido a los medios de comunicación que respeten su deseo.

Cientos de personas han despedido a Uribetxebarria. (Gorka RUBIO / ARGAZKI PRESS)

Cientos de personas han acudido este mediodía al funeral civil celebrado en Arrasate por Iosu Uribetxebarria.

El preso vasco falleció la madrugada del viernes, a los 60 años de edad, después de una larga convalecencia en Arrasate. La noticia trascendió a primera hora de la mañana, y sus familiares y amigos emitieron una nota en la que la confirmaban y destacaban que «sufrió hasta el último día la cruel política penitenciaria del Gobierno español».

Enfermo desde 2005

El cáncer se le detectó a Uribetxebarria en el año 2005 y ya entonces se solicitó su libertad condicional, que le fue denegada. Siete años más tarde, el 1 de agosto de 2012, el Ministerio español de Interior trasladó a Uribetxebarria desde la prisión de León, donde cumplía condena, hasta el Hospital Donostia para que fuera tratado del cáncer de riñón con metástasis del que estaba aquejado. 

Una semana más tarde, el preso inicia una huelga de hambre –que se prolongaría quince días– para exigir su puesta en libertad y «un trato digno». «No pido nada especial, solo un trato justo, teniendo en cuenta mi situación. Me pongo en huelga de hambre por las causas que aquí señalo y, lo más importante, porque el Gobierno español está alargando esta situación inaceptable, llevando hasta el extremo su crueldad y su odio. Es inaceptable que se mantenga a catorce presos gravemente enfermos en un corredor de la muerte carcelario», señaló en una entrevista concedida a GARA y NAIZ.

En ese momento, las movilizaciones y gestos de solidaridad en favor del preso de Arrasate comienzan a tomar aún más fuerza. Entre otras muchas iniciativas, destacan las distintas dinámicas llevadas a cabo en decenas de cárceles y secundadas por centenares de presos o la huelga de hambre llevada a cabo por una decena de personas a las puertas del Hospital Donostia, así como los ayunos en pueblos y encierros.

Tras esta campaña de presión popular, el 30 de agosto de 2012, el juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional española, José Luis Castro, aceptó la petición de poner en libertad por «razones humanitarias» al arrasatearra para que fuera tratado en casa de su enfermedad. 

El 9 de setiembre, la AN confirmó la libertad condicional de Uribetxebarria, que fue trasladado a otra habitación del Hospital Donostia. Desde allí expresó su gratitud a la ciudadanía vasca a través de un vídeo.

En abril de 2014 tuvo que declarar en la Audiencia Nacional por videoconferencia, por un atentado mortal contra un Guardia Civil en 1986 y el juez Ismael Moreno decretó la prisión domiciliaria. Esa medida fue revocada dos meses y medio después por una instancia superior, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal, que nuevamente le dejó en libertad condicional.

Esta misma semana y en relación a esa imputación, la Fiscalía de la Audiencia Nacional había pedido 29 años de prisión para el arrasatearra.