Tusk, a Tsipras: «El plazo final acaba esta semana»
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha asegurado al primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, que «quedan cuatro días», hasta el domingo, para encontrar un acuerdo sobre la situación griega y ha apelado al consenso de los líderes europeos.
«Hoy es un momento especialmente difícil para Europa y para nuestra unión económica y monetaria», ha dicho Tusk ante el pleno del Parlamento Europeo ante el que ha intervenido, antes de que lo hiciera Tsipras
El presidente del Consejo Europeo ha pedido a Tsipras «clarificaciones lo antes posible» sobre las propuestas que todavía no ha hecho a sus socios, y le indicado que en unos días se puede presentar «el peor posible escenario en el que todo el mundo perderá y que será sobre todo doloroso para el pueblo griego».
Ha agregado que hasta ahora «he evitado hablar de plazos, pero tengo que decir que el plazo final acaba esta semana».
Tusk ha insistido de nuevo en que si Grecia y el resto de la eurozona se sitúan en una situación de incapacidad para llegar a un acuerdo, ello dirigirá al país a la bancarrota y a la insolvencia de su sistema financiero.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que también ha intervenido en el pleno del PE, ha reflexionado al respecto de la situación señalando que «hay que reconocer que no hemos estado a la altura ni unos ni otros».
«La respuesta a la crisis griega no es no actuar, sino profundizar en la unión económica y monetaria para que sea más duradera», ha agregado.
Desde este miércoles comienzan para Grecia y los demás socios de la eurozona unas negociaciones contrarreloj durante las que Atenas tendrá que presentar hoy su tercer plan de rescate y mañana sus propuestas de reformas.
Todo ello será estudiado desde hoy por el grupo de trabajo de los países del euro, para después llevar su análisis a los ministros de Economía y Finanzas de los diecinueve que se prevé que se reunirán el sábado y al día siguiente lo harán los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, ya que se considera que la gravedad de la situación afecta a los Veintiocho y no solo a los socios del euro.