El Agua de Bilbao se apunta a un txupin con guiño comparsero al origen popular
Marijaia es ya reina y señora en el olimpo del Arenal tras un arranque festivo en el que no faltó el Agua de Bilbao y las reivindicaciones gracias a las miles de personas que se congregaron en el entorno del Arriaga. Significativo fue el guiño de las comparsas al origen obrero y popular de Aste Nagusia, dejando que una banda de cartón encabezase la kalejira previa.
Bilbo disfruta su Aste Nagusia, una fiesta que a pesar de los avatares sigue más viva que nunca y que mantiene la esencia de 1978. La viva muestra de ello fue el inicio en una tarde plomiza sobre la capital vizcaina, donde no faltaron ninguno de los ingredientes que encandilan a villanos y foráneos, y que admiran a personas que no la conocen.
No faltó nadie a la cita con Marijaia, tampoco el agua en sus diversos formatos, la anunciada por los meteorólogos y tampoco como se conoce en el Botxo al cava que corrió por dentro y fuera del cuerpo en una ocasión tan especial. Lo fue también para Txomin Barullo, la comparsa de donde surgió la idea básica de lo que hoy conocemos como Aste Nagusia que, en la edición trigesimoséptima, tuvo el honor de que una de sus componentes encendiese el txupin a partir del que Bilbo se transforma por nueva jornadas.
Txomin Barullo era la única de las siete comparsas primigenias que aún permanecen vivitas y coleando que no había tenido el honor y la responsabilidad de que una de sus componentes fuera txupinera. De ahí, los nervios de Oihana Pascual poco antes de emprender desde el puente de San Anton la kalejira con la que las comparsas calientan el txupin recorriendo el Casco Viejo. En tan emblemático lugar que hasta en el escudo de la villa tiene cabida estaba también hecha una madeja de nervios la actriz todoterreno Gurutze Beitia, simpática y dicharachera, pero muy emocionada por ser la séptima mujer y la tercera actriz que es pregonera.
Allí, en San Anton, Llano Proiekt desveló el secreto mejor guardado en la última semana, el guiño que las comparsas hacía al «espíritu del 78». La Banda de Cartón de Llano, del barrio baracaldés de Lutxana, reforzada por comparseros, encabezaba la marcha con una enseña curtida en mil batallas festivas.
«Autogestión de la cultura»
Formaciones como la de Llano eran muy comunes en la segunda mitad de los setenta y principio de los ochenta. En el Botxo se contaban a decenas en las primeras ediciones de Aste Nagusia, de ahí que Llano Proiekt las sacara del olvido para recordar que la mayoría de sus componentes eran obreros que tenían la necesidad de autogestionarse para traer la cultura a esos barrios de aluvión que se levantaron alrededor de las industrias.
Su presencia fue saludada por los cientos de personas que se agolpaban en las calles, muchos de los cuales sintieron añoranza de aquellos tiempos en blanco y negro. «Después de estar en la fábrica, en el tajo, construían con unas turutas estos instrumentos musicales rudimentarios para animar las calles de sus barrios. Hoy –explicaban los promotores de la idea– hemos querido recuperar aquella realidad que se ha quedado escondida para reivindicar en el centro del Bilbao del siglo XXI que la periferia sigue existiendo y se continúa autogestionando para hacer cultura, para hacer fiesta».
Detrás de estos invitados especiales, txupinera y pregonera acompañadas de las comparsas y abriendo el cortejo un gran muñeco de Txomin Barullo y su fanfarria, emocionados por que su compañera Oihana Pascual iba a ser la encargada de lanzar el cohete. La kalejira por el Casco Viejo fue bulliciosa pues desde el mediodía el centro histórico estaba repleto de personas dispuestas a darlo todo en el acto inaugural de Aste Nagusia.
Para cuando la marcha alcanzó definitivamente El Arenal, eran ya miles los bilbainos y forasteros que habían cogido posiciones en torno al Arriaga. La amenaza de lluvia no les amilanó y hubo quienes fueron preparados para la ducha, con cortina, por aquello de la discreción, y albornoz. Tampoco faltó, por desgracia, aquellos que se divierten arrojando harina, que no escuchan los mensajes insistentes a un txupin limpio. Sigue siendo una asignatura pendiente, como lo es el control de aquellos que optan por arrojarse a las aguas del Ibaizabal, a pesar de que ayer se había advertido de la poca profundidad por la bajamar. De nada sirvió.
Reivindicaciones presentes
Llovió en el recibimiento a Marijaia pero no hubo espacio físico libre. Entre la multitud resguardada bajo paraguas, además de las camisetas y enseñas multicolores de las comparsas, pancartas reivindicando la vuelta a casa de presos y exiliados, la presencia real del euskara, así como de solidaridad con Askapeña, comparsa perseguida por la Audiencia Nacional española al igual que varios internacionalistas vascos.
El instante mágico llegó a las 19.00, con la aparición de Gurutze Beitia, que optó por un pregón «txirene», en el que la única nota reivindicativa hizo mención a la tolerancia cero contra los comportamientos machistas. Su arte interpretativo quedó al desnudo ante las miles de personas reunidas en El Arenal y como colofón, el ansiado txupin, al que le costó arrancar por aquello de la humedad.
El cohete detonó en el cielo encapotado y Marijaia, brazos en alto, accedió a la balconada, provocando el delirio. Más tarde, la musa de Aste Nagusia abandonó el teatro neoclásico, donde ante su entrada dantzaris de las treinta comparsas bailaron un agurra, preámbulo a una bulliciosa apertura de txosnas, donde la banda de cartón invitada estuvo presente como la lluvia, que parece no quiso perderse el comienzo festivo.
Pregoia
Arratsalde on Bilbao
Ezetz da ezetz!!! Eta kitto
Aldameneko lagunari aurreritzirik gabe begiratzeko sortu ziren jaiak. Nori bozkatzen dion axola gabe, nori otoitz egiten dion edota nor muxukatzen duen; hauetakoren bat egingo balu, noski.
Ba dago Bilbon jaio izana baino harrotasun handiagorik? Ba bai… pregoilari izendatu izana. Neure hitzak Aste Nagusiaren hasiera izatea, Mari Jaia ondoan zelatan edukitzea, txupina nire aldamenetik piztea eta balkoi honi begira bilbotarrak hunkituta algaraka hastea.
¡¡¡¡Bilbotarrak!!!!
Henchida de orgullo por este honor villano
Agradecer quiero desde este insigne balcón
El favor que hoy me habéis concedido
Y que cumpliré con total dedicación
Parece ser que fama de buen beber tengo
Pues ya me nombraron Txikitera de honor
Madrina de la sidra de Bizkaia,
Embajadora del Bizkaiko Txakolina
Y por favor que nadie me riña,
Que lo que no bebo es licor.
También he sido Zaranbolas y por ello,
A la Real Orden Botxera pertenezco
Más no sé si lo de hoy merezco
Pues ser de Bilbao la pregonera
Grandes responsabilidades conlleva
Y de todos ellos, es el mayor honor.
Y yo me pregunto: ¿cómo explicar al mundo lo que ser de Bilbao significa?
Que pueda comer bollo de mantequilla, carolina, pastel de arroz, jesuita, juanita, tigres, gildas, rabas…
Que de todo podamos comer toneladas,
Eso sí, bien regadas con el agua de Bilbao, o txikito,
O kalimotxo… ponme ocho, que vengo con la cuadrilla y enseñando pantorrilla por esta nuestra Ría, ilustres y grandes villanos pasaron: Unamuno, Blas de Otero, Celaya, Aresti, Arteta, Pinilla, Larrea… y cómo no, queridos teatreros… Alex Angulo, Aitor Mazo o Marilu Díaz.
Que sólo en Bilbao se puede ser txirene, sinsorgo, estar larri, hacer sirris o ir en goitibera, o si cansado andas subir en funicular, que es mucho más peculiar que otro transporte cualquiera.
¿Qué capital del mundo cuenta con baldosa propia, mapamundi singular y un color que su nombre lleva?
Que tenemos el cordón de San Blas, y el talo de Santo Tomás, que por nosotros velan, vigilados ellos a su vez por la Amatxu de Begoña, que ésta sí que tiene poder, ésta es la Doña, amiga de San Mamés, que en Bilbao dos catedrales tenemos… la de Santiago y la del Athleeeeeeeetic, que al mejor equipo del mundo ha ganado.
Y si a eso sumamos que por fin Txomin Barullo tiene su txupinera…
Cantemos juntos a Mari Jaia, la revisalsera
Bilbao Bilbao, Bilbao Bilbao, Bilbao Bilbao
Bilbao es único, Bilbao es mágico, Bilbao es lúdico
Así es Bilbao
¡¡¡Gora Bilbao!!!
¡¡¡Gora Marijaia!!!
¡¡¡Gora Aste Nagusia!!!
Homenaje al promotor de los fuegos
Quico Mochales, quien fuera Relaciones Públicas de El Corte Inglés en Bilbo, fue homenajeado ayer en la recepción previa al txupin por haber sido promotor en 1981 del certamen de fuegos artificiales.
Mochales, a sus 86 años, recordó cómo fue uno de los que logró que el alcalde Berasategui convocase un concurso de ideas del que nació Aste Nagusia. Confesó no pensó que tuviera una larga vida. A.G.