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El ELN reitera que está listo para abrir la fase pública de los diálogos pero exige el fin de la represión

El jefe de la delegación de paz del ELN, Pablo Beltrán, reitera que la guerrilla está lista para iniciar la fase pública de las conversaciones con el Gobierno colombiano, pero exigió a cambio que el Estado asuma su implicación en la guerra sucia y derogue las medidas represivas.

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En un video enviado el pasado 16 de octubre al II Seminario sobre el Delito Político y los Presos Políticos celebrado en Bogotá, el líder guerrillero remarca que el objetivo de este proceso es «acabar con el conflicto armado interno y crear condiciones de democratización para que se prosiga la lucha por el poder sin que el régimen acuda a la violencia para mantenerse ni que nosotros, los rebeldes, revolucionarios, usemos las armas para tomar el poder. Como todo experimento, tiene la posibilidad de que resulte bien o no».

«Esta mesa busca que haya unas mejores condiciones por medio de la suscripción de unos acuerdos, que es algo muy distinto a entender que la búsqueda de la justicia social es igual a que en la guerrilla estemos buscando un sistema judicial que nos juzgue. Ese no es el objetivo principal de esta mesa, a eso no viene el ELN. Viene a buscar justicia social, el fin del conflicto armado interno por medio de la democratización y otras condiciones para que prosiga la lucha por el poder para las mayorías sociales», subraya.

Para poder pasar a una fase pública de los diálogos, pone como condición «la participación del conjunto de la sociedad», la derogación de «todas las medidas punitivas contra la protesta, líderes sociales, movimientos de izquierda» y la asunción de responsabilidades por parte del Estado.

«Cuando miembros del ELN se han salido de nuestros preceptos éticos y políticos y ha habido errores y delitos contra la población, nosotros hemos asumido la responsabilidad por eso. Eso mismo no lo vemos en el régimen colombiano. Aquí se han tomado decisiones muy graves para degradar la guerra y hoy nadie quiere asumir responsabilidades por ello. Si no hay responsabilidad por esa decisión estratégica, quiere decir que no hay verdad, arrepentimiento por lo que se hizo. ¿Qué mensaje está enviando el establecimiento cuando ni reconoce ni asume responsabilidades. Que va a volver a hacer los mismo. En ese sentido, estamos muy escépticos y pesimistas».

«Acabar con el conflicto armado interno significa que cada uno deja de considerar al otro enemigo. Si vamos a parar la guerra, la mejor manera es que cada parte diga yo no vuelvo a hacer actos de guerra. Esa parte nos la exigen a nosotros taxativamente, pero no vemos la misma voluntad en relación al régimen», añade Beltrán.

Critica el «doble discurso» del Gobierno con «cantos de sirena a la insurgencia mientras en la práctica arrecia las medidas punitivas. Eso nos preocupa mucho: estamos viendo hechos de exclusión y de represión. Lo decimos con total sinceridad; creemos más en los hechos que en las palabras», incide. Con una mano tendida para dar el salto a una fase pública de las conversaciones, que desea se produzca «pronto», deja claro que seguirán construyendo «una cultura de paz basada en la resistencia –lema del ELN–. Pero, si la élite dominante deja de agredir, de excluir y de sostenerse por medio de la violencia, no habrá resistencia».

«Esperamos que en el paso a una fase pública, podamos desarrollar la agenda de diálogo que hemos pactado y en las discusiones iremos viendo si se nos despejan las dudas que hemos expresado y podemos tener más elementos para informar al pueblo si encontramos voluntad de paz en el Gobierno», concluye el comandante del ELN, Pablo Beltrán, en un video de algo más de veinte minutos de duración.