La ONU alerta de los abusos sexuales a mujeres refugiadas que cruzan Europa
Las mujeres refugiadas y migrantes que transitan hacia Europa tienen un alto riesgo de ser víctimas de abusos sexuales, según han denunciado la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en un informe publicado este miércoles.
Las dos agencias de la ONU junto a la Comisión de Mujeres Refugiadas han llevado a cabo un trabajo de campo en distintos países europeos por donde transitan los refugiados y migrantes y han confirmado que las mujeres tienen un alto riesgo de padecer violencia sexual.
Las tres entidades afirman que la respuesta humanitaria de los organismos de Naciones Unidas tienen en cuenta esta realidad, pero advierten que de poco sirve si los países miembros de la Unión Europea (UE) no son conscientes de ella y actúan en consonancia.
«La capacidad de prevenir, identificar y responder adecuadamente a esta amenaza recae ampliamente en que los estados individuales y las agencias de Naciones Unidas asuman la responsabilidad y tome acciones apropiadas», indica un comunicado enviado por las tres entidades.
El texto recuerda que el 55% de los recién llegados en enero de 2015 son mujeres y niños y que, a pesar de las bajas temperaturas, el flujo de personas que alcanzan las costas europeas sigue siendo de 2.000 diarios.
«Mientras los gobiernos aplican restricciones y refuerzan los controles fronterizos, los centros de recepción y tránsito pueden llenarse, lo que agravará la tensión e incrementará el riesgo para las mujeres y los niños», alerta el texto.
La investigación llegó a la conclusión que la actual respuesta dada por gobierno, actores humanitarios, las instituciones de la UE y las organizaciones de la sociedad civil es «inadecuada y no consigue prevenir y responder al peligro, la explotación y las múltiples formas de acoso sexual que sufren las mujeres y niñas que cruzan Europa».
El informe describe cómo muchas mujeres entrevistadas durante el estudio dijeron haber sido forzadas a mantener relaciones sexuales a para «pagar» con el fin poder proseguir su viaje.
«Muchas mujeres, como no quieren retrasar su viaje no denuncian los abusos ni buscan ayuda médica», agrega el documento.
Otras contaron que se casaron «por desesperación» y para evitar nuevos abusos.