Líderes mundiales de procesos de paz y el GIC saludan la vuelta de Otegi
La campaña ‘‘Free Otegi, free them all’’&flexSpace;ha mostrado la importante implicación de líderes internacionales en la causa vasca, y en el Velódromo se confirmó con tres mensajes concretos: el del expresidente sudafricano Kgalema Motlanthe, el del líder de Sinn Féin Gerry Adams y el del expresidente de Honduras –derrocado en golpe de Estado– Manuel Zelaya.
Los dos primeros son figuras destacadas de sus respectivos procesos de paz. Adams, viejo amigo de Otegi, destacó su «papel constructivo» incluso en los años pasados en prisión y alabó «tu valor y determinación» frente a lo que tildó de «intransigencia del Gobierno español».
Motlanthe se centró más en la llamada a utilizar esta excarcelación para «abrir un diálogo pacífico para la resolución de la cuestión de la independencia vasca», que destacó varias veces como una demanda perfectamente legítima. Y Zelaya saludó la liberación y deseó la del resto de presos políticos, como había hecho también el exmandatario de Sudáfrica.
Antes del acto, el Grupo Internacional de Contacto liderado por Brian Currin también celebró la puesta en libertad de Arnaldo Otegi. No dudó en afirmar que su ausencia forzada ha sido «contraproducente para el proceso de paz», además de «una injusticia». Lo justificó en que «su agenda, así como la de la izquierda abertzale, estaba enfocada en conseguir el final de las actividades armadas de ETA y en el eventual decomiso de la armas de ETA. Y esta es también la agenda del GIC».
Espera que la nueva situación tenga efectos positivos, y en este sentido hace «un llamamiento a los partidos políticos y a los gobiernos de España y Francia para que aprovechen esta oportunidad como un catalizador para renovar esfuerzos y abordar de forma creativa los problemas pendientes relativos a las víctimas, las personas presas y el desarme».
Egibar: «Déficit ético»
En Euskal Herria, los rivales políticos de Otegi evitan estas muestras de salutación. Como ejemplo, Joseba Egibar (PNV) señaló ayer en Radio Euskadi que las palabras del excarcelado en ETB tienen «un déficit ético». Apuntó por ejemplo que Otegi «debe afinar muchísimo más» cuando hace autocrítica de que la izquierda no pidió antes el cese de la lucha armada de ETA.
«En esa reflexión no se ve la consideración ética o política, sino la consideración táctica-estratégica, y eso es un déficit a la hora de incorporarse a la política en 2016», criticó.