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Un esfuerzo compartido para hacer más amable la limpieza de calles

De la colaboración entre dos empresas gasteiztarras nació Sweeper Bike para desarrollar la primera ecobarredora a pedales del mercado. Junto a este innovador vehículo han creado otros modelos que contribuyen a ampliar el campo de la movilidad sostenible.


Sweeper Bike es una empresa alavesa del campo de la movilidad que ha desarrollado la primera ecobarredora a pedales del mercado. La sociedad limitada creada hace año y medio es el resultado de la unión de dos empresas de Gasteiz, Cepial y una participada por Eusebio Puebla. Sin abandonar su actividad propia, se unieron para llevar adelante este proyecto en común. Puebla detectó la necesidad de encontrar una alternativa que no generara ni el ruido ni la ruptura de baldosas que provocan las actuales. Tuvo la idea de crear una barredora más ligera, no contaminante y más sostenible. Para llevarla a cabo se puso en contacto con una ingeniería y buscó a alguien con el know-how (saber hacer) del cepillo. Acudió a Cepial y Alfonso Pérez aceptó su propuesta.

El primer año hubo dificultades y no tuvieron resultados. Cambiaron de ingeniería y de la mano de la navarra LGM alcanzaron su objetivo. La ecobarredora SB-1000 es un producto industrializado y fabricado integramente en Euskal Herria. Se comercializa desde hace dos meses con un precio que no llega a los 20.000€. Se puede pedalear, pero tiene un motor auxiliar que facilita el trabajo. Los cepillos eléctricos impulsan la basura al deposito, sin necesidad de aspiración. Explica Puebla que «recoge todo. La pipa, la colilla, la botella…». Funciona con baterías de litio con autonomía para una jornada, por lo que si se sustituyen pueden hacerse varios turnos. Actualmente están en conversaciones con Tecnalia para desarrollar una placas fotovoltaicas que amplíen su autonomía. Entre las ventajas de la SB-1000 Puebla enumera que es silenciosa, no contamina y la superficie que limpia multiplica por diez la que un barrendero limpia a pie. Además, su coste diario de mantenimiento es de 2 euros, muy por debajo de las otras máquinas que pasan de los 100€. Los responsables han calculado que el retorno de la inversión no llega a un año en una ciudad. El proceso de crear la ecobarredora les ha permitido desarrollar otros cuatro modelos de vehículos eléctricos que llevan menos de un año en el mercado. Estos triciclos son adaptables, lo que permite realizar modificaciones para adecuarlos a la tarea a realizar. Todas las máquinas de Sweeper Bike están homologadas por Applus+ y tienen el sello CE de la Unión Europea.

Están centrados en la venta del producto, por lo que han realizado diversas propuestas a múltiples entidades y participan en pruebas piloto como la que llevarán a cabo en Santander de la mano de la Universidad y el Ayuntamiento. Tienen solicitudes de múltiples ciudades extranjeras, «varias en Colombia, Brasil, México o Australia. El eco internacional a multiplicado por diez al que ha tenido en Euskadi», afirma Puebla. Al ser máquinas ligeras, pueden utilizarse en cualquier zona urbana del mundo y ya están presentes en Suecia, Chequia o el Estado francés. También pueden verse en Sevilla, Córdoba, Madrid o León. Se dirigen tanto a entidades públicas como a empresas. Además de la limpieza viaria, Puebla cree que puede ser muy útil para moverse o limpiar dentro de grandes superficies: complejos hospitalarios, campos de golf, aeropuertos…

Sweeper Bike tiene 7 personas en plantilla, que provienen de las dos empresas promotoras. Todavía no cobran del proyecto, ya que no han recuperado la inversión inicial. Puebla recuerda que «en vez de quedarnos inmovilizados con la crisis hemos seguido. Aportamos un pequeño grano para que las calles sean más amables». Ahora confía en que las instituciones se impliquen e incentiven este tipo de vehículos en los pliegos de condiciones de limpieza viaria.

 

nuevos socios para afrontar otros proyectos innovadores

Sweeper Bike está preparando otro vehículo innovador. Eusebio Puebla, responsable de la empresa, no adelanta de qué se trata, pero explica que para el desarrollo tecnológico del mismo quieren incluir al Gobierno de Lakua. Tienen dos propuestas de partner para llevarlo a cabo. Una de ellas es Tecnalia, con quienes ya están en conversaciones. «Hemos agotado la hucha y ahora vamos un poco más despacio en el desarrollo porque nos hemos comido casi todos los recursos que teníamos de desarrollo de I+D+i». Puebla reconoce la ayuda que Caja Laboral les ha ofrecido a través de financiación en «muy buenas condiciones y apostando por el sector».