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Puigdemont, ante la mano tendida de la CUP: «Los mejores puentes son los que no se dinamitan»

La diputada de la CUP Mireia Boya ha tendido la mano a Carles Puigdemont para rehacer los puntes de diálogo entre la formación asamblearia y Junts pel Sía tras el fracaso en la tramitación de las cuentas, ante lo cual el president de la Generalitat ha advertido: «Los mejores puentes son aquellos que no se dinamitan». La CUP ha propuesto incluir un referéndum unilateral en la hoja de ruta.

Carles Puigdemont, president de la Generalitat, ayer en el Parlament. (Josep LAGO/AFP)

En la sesión de control al Govern en el Parlament, la CUP y Puigdemont se han encontrado por primera vez desde que ayer fracasara el intento de sacar adelante las cuentas, una situación que puso de relieve la crisis entre los anticapitalistas y Junts pel Sí y que provocó que el president anunciara que se someterá a una moción de confianza después de verano.

En su intervención, Boya ha pedido al president que incluya en la hoja de ruta soberanista un referéndum unilateral de independencia. La diputada cupera se ha mostrado convencida de que el Estado español nunca ofrecerá un referéndum, por lo que la Generalitat debe impulsar uno porque «más vale hacer lo que se necesita que esperar lo que no vendrá».

Boya ha defendido que «la vía unilateral continúa siendo la prioritaria» para la CUP, y teme que las elecciones del 26 de junio supongan que el Govern quiera cambiar de rumbo y apostar por un referéndum pactado con el Estado, aunque está segura de que no llegará.

Para la CUP, el referéndum unilateral sería una propuesta de «síntesis» con la que se sentirían cómodos todos los soberanistas, lo que permitiría recuperar la unidad fracturada en el debate presupuestario.

Puigdemont ha recordado que su Govern nunca renunciará a una consulta pactada y ha admitido que, tras los comicios estatales, se abrirán «escenarios diferentes» si triunfan las formaciones prorreferéndum, pero no si ganan las que se oponen a él, como el PP.

El president no ha precisado si avala la propuesta de la CUP de celebrar este referéndum unilateral si el Estado persiste en su negativa a acordarlo, pero se ha reafirmado en que el camino que deben seguir los catalanes será el que «decida el Parlament».

«La agenda política catalana está emancipada de las decisiones que se tomen en el conjunto del Estado», ha continuado Puigdemont, reivindicando que no esperará eternamente una propuesta del Gobierno español sobre el referéndum.

Puentes

Boya ha tendido la mano al presidente para rehacer los puentes de diálogo entre la CUP y JxSí tras el fracaso en la tramitación de las cuentas, pero Puigdemont le ha replicado con un aviso: «Los mejores puentes son aquellos que no se dinamitan».

Boya ha reiterado que su partido se siente «responsable pero no culpable» de que la no aprobación de las cuentas haya acabado en una moción de confianza, y ha recalcado que, pese a la falta de acuerdo con los presupuestos, si hay sintonía con JxSí sobre las tres leyes de desconexión.

«La meta la tenemos cerca y no llegaremos si no sumamos», ha zanjado la diputada.

«No me hubiera metido»

En declaraciones a Catalunya Ràdio a primera hora, Puigdemont ha explicado que se plantea «enriquecer» la hoja de ruta soberanista para la cuestión de confianza a la que se someterá.

Esta cita, ha señalado, «no solo interpelará a la CUP» sino que también las otras formaciones tendrán que escoger entre una «regresión hacia un autonomismo tronado que no lleva a ninguna parte» o la apuesta por un Estado propio.

Los resultados de las elecciones del 26 de junio, ha indicado, aportarán más elementos para tomar una decisión al respecto.

Además, ha señalado: «Si me hubieran advertido al inicio de que el acuerdo tenía que mutar, yo no me habría metido, así de claro. No creo ni que Artur Mas me lo hubiera propuesto».