El Arzobispado entiende la última misa a Mola como un acto privado
En la conmemoración de los 80 años del golpe de estado, volvió a celebrarse una misa en la cripta donde está la tumba de Mola, según recoge la web de El Pamplonauta. El Arzobispado, que es quien administra de esa cripta, ha afirmado hoy a IRUINDARRA no tener noticias de esta eucaristía y, en todo caso, entiende que se trató de un «acto privado».
El día 19 de julio, la Hermandad de los Caballeros Voluntarios de la Cruz volvió a celebrar una misa en favor del «glorioso alzamiento nacional», según dijo uno de los asistentes a la web del Pamplonauta. IRUINDARRA ha preguntado al portavoz del Arzobispado, José Luis Morrás, por esta celebración. Morrás ha asegurado que no tiene noticia de ella y que el Arzobispado «no ha destinado ningún recurso ha este menester».
A ojos del portavoz de la Iglesia en Nafarroa, la misa sería un «acto privado» y desmiente que el Arzobispo haya tenido algo que ver. Es más, recuerda que el Francisco Pérez no está en Iruñea estos días, ya que se encuentra oficiando eucaristías en pueblos de Erribera. «Si ha habido misa, habrá habido un cura, pero desde luego no sé quién es ni hay ningún párroco destinado a ofrecer misas ahí», ha explicado Morrás. Desde el Arzobispado se equipara la misa en la cripta de Mola a la celebración en una capilla privada.
Sin embargo, es el Arzobispado quien tiene en usufructo el uso de la cripta donde se encuentra la tumba del general Emilio Mola. Esto es así, porque en su día la Iglesia entregó al Ayuntamiento de Iruñea la propiedad del Monumento a los Caídos, pero se quedó en usufructo a perpetuidad la cripta, donde yacen también los restos de varios participantes del golpe de estado que fallecieron durante la guerra.
El alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, ha señalado en varias ocasiones que su intención es que este mausoleo del horror desaparezca y que se ha puesto en contacto con las familias para que recojan los restos de sus familiares.
El prior de la Hermandad, que tiene su sede oficialmente en la cripta, es Francisco Javier Garísoain, secretario general de la Comunión Tradicionalista Carlista. También se identificó a otras personas de ideología similar, como Fermín Garralda (que escribe en internet como "cronista" de dicha Hermandad) o Silvia Baleztena, que acudió al acto con boina roja carlista.
Garísoain fue uno de los líderes de la protestas contra la exposición de Abel Azcona en Los Caídos que despertó polémica por una de sus obras, consistente en unas fotografías de unas hostias supuestamente consagradas formando la palabra "pederastia". Concretamente, Garísoain dio el discurso de la concentración en la Plaza del Ayuntamiento en la que pudo verse, entre otros, al parlamentario de UPN Carlos García Adanero. En dicha protesta se clamaba por el cierre de la exposición al grito de "¡Viva Cristo Rey!".
Por otro lado, cabe recordar también que el último brote serio de violencia ultraderechista en Iruñea, provino de un exmiembro de esta Hermandad. Se trata de José Ignacio Irusta, procesado en la Audiencia Nacional por el «caso Falange y Tradición» cuando intentaba contactar con ultraderechistas valencianos para hacerse con armas. Irusta, que en su momento era tesorero de la Hermandad de los Caballeros Voluntarios de la Cruz, fue condenado a año y medio como cabecilla del grupo por un delito de amenazas no condicionales.