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Fran Zalba: «Nos sacamos unos a otros como pudimos»

El montañero navarro Fran Zalba ha narrado que el grupo de montañeros sorprendidos por un alud de piedras y rocas en Nepal que acabó con la vida de uno de ellos logró salir de la zona de riesgo ayudándose unos a otros tras el deslizamiento de tierras.


«Como pudimos nos sacamos unos a otros», ha indicado Zalba a Efe, en el hospital Vayodha de Katmandú, donde permanece ingresado junto a otras trece montañeros «todos navarros», al recordar que estando heridos, tuvieron que ir ayudándose a salir de una zona de acceso complicado tras el deslizamiento.

Zalba ha señalado que en este momento, salvo tres de los montañeros que tienen lesiones más graves, uno de ellos con traumatismo craneal, aunque todos fuera de peligro, los demás se encuentran relativamente bien y esperan que en las próximas horas les puedan dar el alta.

El montañero, de 52 años, ha narrado que fueron sorprendidos por un alud de rocas cuando caminaban por un sendero que no implicaba en teoría riesgo a apenas 900 metros de altura entre dos de las localidades de la zona de Uiya-Kerauja del Manaslu, el octavo monte más alto del mundo.

«Empezó a caer alguna roca y uno de los guías nos dijo que fuéramos con precaución y nos separáramos, empezamos a caminar con dos o cinco metros de distancia entre cada uno», ha contado, al afirmar que superado ese tramo del camino, pensaron que se encontraban a salvo.

«De repente empezó a caer el alud de rocas y todos corrimos para donde pudimos», ha dicho.

Zalba, que iba delante de Adolfo Ripa, el montañero fallecido, ha señalado que en ese momento oyó «un ruido fuerte, como un terremoto, un trueno».

«Me imaginé que eran piedras, salté hacia adelante y vi que había una piedra grande que salía un poco, era como una pared y me tiré encima de otros dos o tres compañeros, en total nos juntamos en esa roca siete u ocho personas», ha dicho.

Zalba ha recordado que «durante un minuto interminable» fueron cayendo rocas que podían esquivar si caían por la ladera, mientras recibían el impacto de otras piedras que caían en vertical.

«Una me dio en la cabeza y me dejó conmocionado; no llegué a perder la conciencia, pero me dejó atontado», ha recordado.

«Luego oímos gritos, un caos» y ha agregado, «a los que no se podía mover era imposible sacar a nadie».

Ha explicado que volvieron sobre sus pasos y vieron a Adolfo semienterrado y sin signos de vida.

«No podíamos tratar de sacarlo porque estaba enterrado y la zona estaba muy inestable, nos podíamos ir todos para el fondo», ha dicho.

Ha indicado que posteriormente llegaron al pueblo más cercano para avisar por teléfono de la situación a los servicios de emergencia, y después se fueron sacando como pudieron unos a otros hasta que llegó la ayuda local.

Zalba ha explicado que el grupo formaba parte de una expedición que llevaba tres días haciendo senderismo tras llegar de Katmandú y tenían previsto permanecer en Nepal durante trece días.

La zona del accidente se encuentra en el distrito de Gorkha, epicentro del terremoto que en abril de 2015 devastó varias zonas de Nepal y que comenzó una serie de seísmos durante meses que en total causaron la muerte de alrededor de 9.000 personas.

En aquel terremoto murieron siete montañeros españoles en la zona de Langtang, en el oeste del país, donde todavía cinco de ellos permanecen sepultados bajo toneladas de roca y tierra.