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Diez partidos, un plan

A punto de cumplirse el primer cuarto de Liga, una mala noticia y otra buena para Osasuna. El equipo no carbura, pero la raya de la salvación está solo a dos puntos, los que por ejemplo le rascó Las Palmas en el último minuto. Así que procede dejarse de debates existenciales y trazar un plan práctico para un horizonte medio: el final de la primera vuelta.

El triunfo en Eibar supuso un subidón que se ha visto frenado por el pinchazo ante el Betis. (Jon URBE/ARGAZKI PRESS)

Y es que tiene razón Fausto Tienza, que habla poco pero claro, en este tuit del domingo: «Ni hace cinco días había que sacar pecho ni ahora bajar los brazos». Tras el subidón de Eibar y el chasco ante el Betis, la realidad sitúa a Osasuna, a punto de pasar el primer cuarto liguero, con menos puntos de los esperados pero más o menos en el sitio que cabía prever en agosto: haciéndose a la Primera y peleando la salvación.

El ambiente de desánimo no se justifica tanto por lo objetivo (la tabla clasificatoria) sino por lo subjetivo (el ruido exterior). Va a entrar noviembre y todo sigue girando excesivamente sobre la contradicción entre la teoría post-Girona de Martín y la práctica de Vasiljevic y demás en la pretemporada, entre el largo plazo y el corto, entre los valores perennes o los 40 millones ahora, el «Martín forever» y el «dos partidos de plazo», «tajonaristas» y «camachistas»… Debates existenciales complejos que no se apagarán en toda la campaña.

Pero mientras tanto, el tiempo pasa y el segundo cuarto de la liga tiene que traer una consolidación. Para ello hace falta un plan de viabilidad que ponga la empresa al final de la primera vuelta en condiciones de salvar el ejercicio allá por junio. Por poner un número, 18 puntos no sería mala cosecha a estas alturas. Para ello habría que sumar 12 en los 10 próximos encuentros. Difícil sí, pero para nada inviable. ¿Empezamos por tres reglas básicas?

1) La casa, por los cimientos: Osasuna encajó seis goles en los nueve primeros partidos de la temporada anterior (tres de ellos en un mismo partido en Mendizorrotza). Este año lleva 19. Obviamente no es lo mismo jugar en Llagostera que en el Bernabéu, pero triplicar la cifra no está justificado. De hecho, sí ha marcado más goles en Primera que en Segunda en ese mismo periodo. Más allá del sistema, Osasuna necesita hacer partidos más incómodos, más trabados.

2) La casa a veces está fuera: Con un partido menos jugado fuera que en casa, los rojillos suman el doble de puntos lejos de su feudo que en el Sadar (cuatro allí, dos aquí). Más preocupante aún es ver que en ninguno de los cinco encuentros ha sido superior al visitante de turno, salvo en fases concretas. Mereció empatar con Real Sociedad, Espanyol y Betis, sí, pero también debió perder con Celta y Las Palmas. En cambio, ojo al rendimiento fuera de casa, que está pasando más desapercibido de lo que debiera: Osasuna solo ha perdido en el Bernabéu y el Madrigal, ante dos equipazos a los que tuteó en juego aunque no lo reflejara el marcador. Empató en La Rosaleda y ganó en Ipurua, que tampoco son dos campos fáciles.

3) El humo, para fuera: En Segunda todos los partidos valen lo mismo, en la medida en que se puede ganar o perder con cualquiera. En Primera esto es una gran mentira, aunque se quiera vender humo. Puntuar en San Mamés, por ejemplo, es muy complicado para este Osasuna inferior técnica y físicamente, y sin embargo una derrota en la que el equipo crezca (sobre todo defensivamente) puede valer también para el futuro. De estos diez choques hasta el ecuador, hay dos más que deberían afrontarse así (Barcelona y Atlético en casa), otros dos en los que se trataría de rascar algo (Valencia y Sevilla, también en Iruñea) y cinco auténticas finales que sí toca jugar a por los tres puntos (Alavés en casa y luego fuera Leganés, Gijón, A Coruña y Granada). Imponerse en tres de ellas es la clave para llegar a esos 18.

P.D: En el microcosmos osasunista el cierre de Nafar Telebista también es una triste noticia. Fueron un placer la cobertura del ascenso, las tertulias de Mikel Navarro, las entrevistas en profundidad a Martín… Calidad, buen gusto, interés, frescura y naturalidad. Valorar las cosas cuando se pierden es una mala costumbre, pero el trabajo hecho ahí queda. Zorionak y ánimo a los impulsores –colegas y currelas se os queda corto– y eskerrik asko a quienes se han jugado su dinero y su tiempo en este proyecto. El partido por nuestros medios sigue y hay equipo, talento y esfuerzo sobre el campo.