Los insultos y amenazas contra la víctima vasca del atentado de Berlín no son delito, según Interior
El ministerio español del Interior ha reconocido que la Policía española analizó los mensajes recibidos por Iñaki Ellakuria, el joven de Bilbo que resultó herido en el atentado de Berlín del 19 de diciembre de 2016. Sorprendentemente, los agentes interpretaron que las amenazas, los insultos y las vejaciones no fueron constitutivos de delito. Algo que contrasta con la proliferación de juicios y sentencias contra tuiteros acusados de «humillación a las víctimas».
«Que pena no te remataron, subnormal, jodete.. la proxima si hay suerte llevate a tu familia». «Viva la lucha armada. Espero ke te kedes sin piernas cabron». «jojojojo joder menuda hostia de realidad y de karma se ha llevado el proetarra». Estos son algunos de los mensajes recibidos en Twitter por Iñaki Ellakuria, joven de Bilbo que resultó herido en el ataque islamista ocurrido en Berlín el 19 de diciembre de 2016. La Policía española, sin embargo, no considera que sean constitutivas de delito, según una respuesta formulada por el Ministerio del Interior al senador de EH Bildu, Jon Iñarritu.
Se trata de una posición que contrasta con la proliferación de detenciones, juicios y condenas contra tuiteros a causa acusados de «humillación a las víctimas». El último caso, el de Cassandra, joven sentenciada a un año de cárcel y siete de inhabilitación por realizar 13 chistes sobre Luis Carrero Blanco, sucesor del dictador Francisco Franco y muerto por un coche bomba de ETA. En Euskal Herria, sin embargo, se cuentan por decenas el número de arrestados y juzgados a causa de mensajes en redes sociales.
«La comisaría general de información tuvo conocimiento del atentado mencionado en el texto de su pregunta, así como de los intercambios de mensajes en distintas redes sociales, no considerándolos que pudieran ser constitutivos de un delito de enaltecimiento del terrorismo contemplado en el artículo 578 del Código Penal», asegura la respuesta de Interior.
En su interrogación, el senador abertzale recordaba que en los últimos años, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado habían realizado «numerosos operativos» para detener a personas acusadsa de «enaltecimiento», «justificación del terrorismo» o «humillación a las víctimas». También señala que fue una página de carácter ultra la que inició la campaña contra Ellakuria a causa de ser independentista vasco. A partir de ahí se sucedieron los mensajes celebrando sus heridas, insultándole o amenazándole. Por eso, Iñarritu quería saber qué actuaciones había llevado a cabo Interior para identificar a los responsables.
Cabe recordar que medios derechistas en el Estado, como «El Español», «Ok Diario» o «Libertad Digital» fueron los que comenzaron la campaña cotra Ellakuria.
Según el artículo 578 del Código Penal (que recientemente ha sido cuestionado incluso por formaciones del Estado como Podemos), está perseguida «la realización de actos que entrañen descrédito o humillación de las víctimas de los delitos terroristas o de sus familiares». Algo que, según el departamente que dirige Juan Ignacio Zoido, no ocurre con el caso de joven vasco.
«Con esta pregunta queríamos dejar en evidencia la doble vara de medir y la hipocresía del Gobierno español, que actúa dependiendo de quién sea el que escribe en Twitter y a quién se refiere. Con unas víctimas hay laxitud, manga ancha y defensa de la libertad de expresión. Con otras, se criminaliza cualquier comentario», ha denunciado el senador abertzale, que insiste en que los mensajes de humillación hacia el joven vasco entran la definición penal que realiza la legislación española.
Ellakuria resultó herido en el atentado perpetrado en Berlín el 19 de diciembre de 2016. En total, doce muertos y 56 heridos, entre los que se encontraba el joven vasco, que sufrió la rotura de la cadera, la tibia y el peroné de una pierna y el tobillo de la otra tras ser atropellado por el camión que conducía Anis Amri, identificado como responsable del atentado y muerto a tiros días después en Italia. Debido a los daños padecidos fue reconocido como víctima del terrorismo tanto en el Estado español como en Alemania. Un reconocimiento que no le ha servido para evitar una campaña de insultos que, a juicio de Madrid, no merece ser perseguido del mismo modo que se castigaron los chistes sobre Carrero Blanco.