Iruñea toma medidas contra la procesionaria y la oruga del boj
El Ayuntamiento de Iruñea ha puesto en marcha una serie de medidas contra la procesionaria y la oruga del boj, dos plagas que están afectando a elementos de las zonas verdes de la ciudad.
El objetivo de estas medidas es atajar la proliferación de la oruga Cydalima perspectalis, procedente de Asia, que se propaga a través de cultivos de vivero y cuya presencia se detectó en Iruñea en 2013. De esta forma, se trata de evitar que dañe los 5.600 metros lineales de boj que hay en la capital navarra y de controlar los bolsones con larvas de procesionaria que afectan a pinares y masas de cedros.
Para atacar a esta última plaga se han colocado en árboles anillos de procesionaria para atrapar y enterrar a la larvas cuando intentan llegar al suelo, así como cajas nido para los pájaros, sus depredadores naturales. Y tanto para esta como para la oruga del boj se han empleado también trampas con feromonas.
El Ayuntamiento emplea habitualmente tratamientos naturales, pero en este caso ha decidido usar un compuesto biológico porque la oruga no tiene ningún depredador natural autóctono y en su ciclo de crecimiento defolia los arbustos, llegando a afectar incluso a sus partes leñosas, lo que pone en riesgo su supervivencia.
En Iruñerria hay gran cantidad de pinares, al igual que abundan los cedros en los parques y jardines de la capital, y además las plagas tienen picos y bajadas.
De hecho, este año se han retirado unos 600 bolsones accesibles de 105 árboles, ya que los anillos solo se colocan en ejemplares de difícil acceso.