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Sessions niega las acusaciones «detestables» sobre la trama rusa

El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, rechazó la connivencia con la supuesta injerencia del Gobierno ruso en las elecciones presidenciales, acusación que consideró «detestable», pero acompañó su declaración en el Senado con un oportuno olvido sobre una posible reunión no declarada con el embajador ruso en EEUU.


En el preámbulo de su declaración ante el Senado, el fiscal general de EEUU (ministro de Justicia), Jeff Sessions, ya adelantó que no ha tenido conocimiento de colusión entre el equipo de campaña del presidente, Donald Trump, y el Gobierno ruso.

«Cualquier insinuación según la cual yo habría estado en connivencia o habría tenido conocimiento de una alianza con el gobierno ruso dirigido contra mi país sería una mentira espantosa y detestable», afirmó ante la comisión de Inteligencia.

Al contrario que en la declaración del exdirector del FBI, James Comey, sobre la supuesta trama rusa en el Gobierno estadounidense, la declaración de Sessions fue la de un acusado que tuvo que defenderse de sospechas y que tuvo que responder a varios interrogantes abiertos por Comey.

«Nunca me he reunido ni he tenido ninguna conversación con ningún funcionario ruso o con ningún funcionario de ningún Gobierno extranjero para influir en las elecciones de Estados Unidos», aseguró.

No recuerda

Asimismo, Sessions dijo confiar en Robert Mueller, fiscal especial designado para investigar la injerencia rusa en las elecciones de 2016, ante los rumores de que podría ser cesado por el presidente y los ataques desde el Partido Republicano.

«Pero no voy a hablar sobre ninguna hipótesis», indicó sobre el posible despido, que voces republicanas están demandando. Así, el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, afirmó que la figura del fiscal especial es «muy peligrosa» y consideró que aquellos que piensan que la investigación rusa va a ser neutral y profesional están «delirando».

En cambio, el líder republicano Paul Ryan pidió a Trump, que deje a Mueller hacer su trabajo de forma independiente.

El secretario de Justicia insistió en que se apartó de la investigación rusa el pasado 2 de marzo porque había intervenido activamente en la campaña de Trump y no consideraba apropiado participar en una investigación que pudiera implicar al entorno del mandatario.

La decisión de Sessions llegó, sin embargo, justo cuando la prensa reveló que había mantenido dos encuentros durante la campaña con el embajador ruso en EEUU, Sergey Kislyak, reuniones que no reveló en el Senado durante su audiencia de confirmación en el cargo. Según medios locales, Comey señaló a puerta cerrada que pudo haber mantenido una tercera reunión con Kislyak en el hotel Mayflower, en Washington, motivo por el que se habría apartado de la investigación. Ayer Sessions negó ese tercer encuentro secreto y explicó que participó en el citado hotel en una recepción con multitud de asistentes, en la que «si hubo algún tipo de interacción breve con el embajador ruso durante, no lo recuerdo».

En cuanto a las presiones de Trump para abandonar la investigación de la trama rusa que denunció Comey, Sessions dijo que este no le trasladó que hubiera ocurrido «algo inapropiado», aunque reconoció que le pidió que no le volviera a dejar solo con Trump.

 

El Senado blinda las sanciones contra Rusia

El Senado de EEUU alcanzó un amplio acuerdo bipartidista para imponer nuevas sanciones financieras a Rusia y limitar la capacidad del presidente del país, Donald Trump, de levantarlas sin que el Congreso lo evalúe. El acuerdo impone nuevas sanciones a quienes efectúen «actividades cibernéticas maliciosas» en nombre de Moscú, a quienes suministren armas al Gobierno del presidente sirio, Bashar Al Assad, o a personas vinculadas a los sectores de inteligencia y defensa de Rusia, entre otras. El acuerdo también da al Congreso 30 días –o 60 días si es próximo al receso de agosto– para revisar y potencialmente bloquear a Trump en caso de que el presidente decidiera levantar o relajar las sanciones contra Moscú. Además,complica el levantamiento de las sanciones ya a impuestas a Rusia y permite ampliarlas a sectores de la economía rusa. El acuerdo podría ser votado esta semana y supone un cambio significativo respecto al mes pasado, cuando los líderes republicanos se mostraron más reticentes.GARA