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Puigdemont confía en que los barceloneses puedan votar y espera reunirse con Rajoy

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha señalado este martes que «no está muy lejos» que los barceloneses puedan votar en el referéndum del 1 de octubre y que Colau demuestra con sus declaraciones que tienen ganas de participar. Puigdemont ha reiterado que sigue dispuesto a hablar con Rajoy.

Puigdemont, en la manifestación de la Diada. (Lluís GENÉ/AFP PHOTO)

Así, ha reiterado este martes que está dispuesto «hasta el último minuto» a hablar con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, para negociar las condiciones del referéndum, incluidas la pregunta, la fecha y las mayorías que validen el resultado.

En una entrevista de Rac1, ha lamentado que desde enero no habla del proceso soberanista con Rajoy porque alega que ni quiere ni puede hablar de eso, según Puigdemont.

«Tendríamos que haber estado hablando todos estos meses», ha dicho, y ha destacado que propuso incluir que la Conferencia de Presidentes Autonómicos un punto del orden del día sobre el proceso independentista.

Al recordársele que Rajoy le ofreció ir a la Cámara Baja pero no quiso ir, ha respondido que «ir al Congreso sin establecer un terreno de juego para poder llegar a acuerdos no sirve de nada; lo sabe todo el mundo».

«Rajoy no hace frente a su responsabilidad»

Considera que Rajoy se niega a aceptar un problema político y «no hace frente a su responsabilidad» derivándola hacia el Congreso, la justicia y algunos medios de comunicación.

El Govern seguirá «adelante pese a todo»; también teniendo en cuenta que el pleno del TC de este martes previsiblemente rechazará la ley de transitoriedad jurídica del Parlament.

Sobre la nueva potestad del TC de suspender cargos temporalmente, ha vuelto a decir que «evidentemente no» dejará el cargo, porque responde ante el Parlament, y está convencido de que no pasará, así que irá a trabajar cada día diga lo que diga el TC.

Además, ha recordado que la reforma del TC para suspender cargos se hizo por lectura única y por urgencia: ha ironizado afirmando que eso «debe de tener todas las garantías del mundo» mientras se critica la aprobación de leyes de desconexión también por procedimiento rápido.

«Los aspectos logísticos se me escapan»

Así, el presidente garantiza que seguirá en el cargo ante el 1-O y que habrá referéndum «en todo lo que corresponde al Govern, evidentemente».

Asegura que habrá urnas, aunque no ha respondido dónde están: «Los aspectos logísticos se me escapan», y ha añadido que desconoce los detalles.

En cuanto a la publicidad sobre el 1-O en medios de comunicación, confía en que la gente ya tiene claro qué pasará ese día, aunque para seguir explicándolo «hay muchos canales, más allá de los medios de comunicación convencionales».

Barcelona y L'Hospitalet

En cuanto a si el Ayuntamiento de Barcelona cederá locales, está convencido de que los barceloneses podrán votar y nota que el Gobierno municipal demuestra con declaraciones que tiene ganas de participar, por lo que se encontrará la manera de posibilitarlo: «La encontraremos. No creo que esté muy lejos».

Ha dejado claro que los catalanes «tendrán alternativas claras» para votar sea cual sea su municipio, y ha relativizado lo que le dijo en la Diada la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, porque fue de buen tono, entre la ironía y la queja: «Deja tranquilitos a los alcaldes», ha recordado.

Puigdemont ha dicho que no tiene cifras del número de voluntarios inscritos para colaborar en el 1-O, pero les asegura que no deben preocuparse «en absoluto» por haber dado sus datos.

La manifestación

Sobre que el ministro ha esperado que no haya violencia estos días, ha reiterado que no teme que haya y que toda España debería estar orgullosa del civismo de las reivindicaciones en Catalunya: como ejemplo, ha considerado que el minuto de absoluto silencio con que empezó la manifestación de la Diada demuestra el espíritu cívico y pacífico de los catalanes.

También sobre la manifestación, ha añadido que nadie se cree la cifra de asistencia de la Delegación del Gobierno español (350.000 personas), y que hay un abismo hasta la cifra que dio la Guardia Urbana: un millón: «Todos los que han querido verlo lo han visto».

Ha celebrado la asistencia, y espera que también los catalanes vayan a votar el 1-O, tanto a favor como en contra del soberanismo, porque «ni la independencia ni la unidad de España se defienden desde el sofá de casa».