PERDIDA CATALUNYA, RAJOY BUSCARÁ UNA MAYORÍA ABSOLUTA
En Valencia cientos de personas «recibieron» al Athletic con rojigualdas y el canto del “Que viva España”. En apenas unas horas, una petición de disolución de los Mossos realizada a través de internet superaba los cien mil apoyos. Por contra, también miles de ciudadanos se congregaron en la Puerta del Sol en defensa de los derechos de los catalanes. Pero Mariano Rajoy cuenta con que en el Estado español son muchos más los que aplauden o al menos justifican su actuación «firme y determinada» en defensa de la unidad, que quienes lo van a criticar. España ha perdido Catalunya. Las imágenes de las FSE cargando contra votantes dañan el cachet democrático del Gobierno en el exterior, pero no duelen nada a muchísimos españoles.
Rajoy dijo que no se iba a votar y ayer se votó. Con todos los aparatos del Estado buscándolas, las urnas llegaron a cada mesa electoral. Con toda la represión, las FSE solo cerraron el 4% de los colegios. Sin embargo, el presidente del Gobierno hizo ayer un discurso triunfal, apelando finalmente a la lealtad de los partidos. Y el PSOE, a través de Pedro Sánchez, fue muy crítico con la inacción pasada del Ejecutivo del PP y con las cargas policiales, pero le garantizó a Rajoy la lealtad a las instituciones del Estado.
Rajoy se ha erosionado ante una parte de la «progresía», pero tiene secuestrado al PSOE. Allí solo Unidos Podemos anuncia una oposición firme a las prácticas autoritarias del Gobierno y es difícil que pueda arrastrar a Sánchez hacia esas posiciones democráticas y poner en apuros al Ejecutivo. Pero si ve que la tierra se mueve bajo sus pies, Rajoy tiene su bala de plata: la convocatoria de elecciones anticipadas en un contexto de batalla frontal con Catalunya. Unas elecciones anticipadas en las que se borren los grises y solo queden el «yo soy español» o «desleales». Y ahí el PP prevé ganar con mayoría absoluta con o sin ayuda de Cs.
Aunque no sería la primera vez que Rajoy no calcula bien.