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Urkullu aboga por una solución «realista» para Catalunya y afirma que no piensa «esperar sentado»

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado que no piensa «esperar sentado» a que se produzca un «choque y un descarrilamiento de trenes» en Catalunya y ha reiterado su apuesta por la mediación porque prefiere «buscar vías de solución desde el realismo y la voluntad de acuerdo».

El lehendakari, Iñigo Urkullu, durante una intervención en el pleno de control del Parlamento de Gasteiz. (LEGEBILTZARRA.EUS)

Urkullu ha respondido, en el pleno de control que celebra la Cámara de Gasteiz, a varias preguntas de los grupos sobre los trabajos para la reforma del sistema de autogobierno y sobre la situación en Catalunya.

El lehendakari ha reiterado su apuesta por la vía del «diálogo, el acuerdo y la bilateralidad» para afrontar el debate territorial. Urkullu ha insistido en la necesidad de «evitar el conflicto», y ha asegurado que la independencia es «una aspiración legítima». Asimismo, ha señalado que el derecho a decidir es una demanda con «arraigo» en las sociedades vasca y catalana.

En todo caso, ha reiterado que este es un tema que hay que abordar a partir «del diálogo y la negociación con buena fe» para, en el caso de que haya un acuerdo, emprender una reforma constitucional «que haga posible la independencia tras la celebración de un referéndum».

Urkullu ha iniciado su intervención en el pleno respondiendo a una pregunta del PNV sobre el informe elaborado por el Gobierno de Lakua acerca de las competencias que aún no han sido transferidas por el Estado pese a estar recogidas en el Estatuto de Gernika.

El lehendakari ha recordado que dicho estudio cuantifica las transferencias pendientes en 37, y ha propuesto que todos los grupos del Parlamento «aúnen esfuerzos» para reclamar ante el Gobierno español el «cumplimiento íntegro» del Estatuto.

«No hay otra solución»

Urkullu se ha mostrado partidario de tratar estas cuestiones desde «el respeto a la pluralidad de sentimientos y a las diferentes realidades nacionales», aunque ha lamentado que esto es algo «que está brillando por su ausencia en estos momentos». Pese a todo, ha vuelto a advertir de que «no hay otra solución» que afrontar el debate sobre la territorialidad a partir «del pacto y la democracia», evitando siempre el «enfrentamiento».

En respuesta a otra pregunta de EH Bildu, Urkullu ha criticado el uso de la violencia por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FSE) contra los participantes en el referéndum del pasado domingo.

Frente a esa forma de actuar, ha reiterado su posición en favor de la recuperación de «las vías de diálogo» y de las «vías bilaterales y acordadas» para que los ciudadanos puedan expresar su opinión.

Además, tras reprochar a EH Bildu que en su análisis no tenga en cuenta «a todos los catalanes», ha vuelto a reclamar una «solución pactada» y, en el caso de que fuera requerida, la «mediación» entre las instituciones de Catalunya y el Estado. «No voy a sentarme a esperar el choque de trenes y el descarrilamiento; prefiero empeñarme en buscar vías de solución desde el realismo y la voluntad de acuerdo, tanto en mis intervenciones públicas, como en las que no lo son», ha añadido.

Quebec

También ha respondido a una pregunta de Elkarrekin Podemos acerca de su opinión respecto a la conocida como ‘ley de claridad’ con la que Canadá reguló la forma de atender a las aspiraciones independentistas de una parte de la población de Quebec.

Urkullu ha afirmado que la norma canadiense es «un modelo inspiratorio», aunque se ha reafirmado en su defensa de que «Euskadi diseñe su propia vía» para abordar este tipo de cuestiones.

A continuación, ha subrayado que, en todo caso, hay que tratar de «evitar el conflicto» y que la independencia es «una aspiración legítima». Asimismo, ha planteado que hay que tratar de dialogar «con buena fe», y ha planteado la posibilidad de abordar una reforma constitucional «que haga posible la independencia tras la celebración de un referéndum».

«Bucle perverso»

La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, ha asegurado al lehendakari que a su grupo también le gustaría poder «negociar y acordar» con el Estado sobre estas cuestiones, aunque ha considerado que esto no es posible porque la respuesta que se ha dado a las demandas soberanistas de Catalunya demuestran que «España está inmersa en un bucle perverso infinito».

Por parte de Elkarrekin Podemos, Lander Martínez ha mostrado su «preocupación» ante las posibilidades de que el Gobierno de Lakua pueda encauzar el debate territorial, dado que los los socios del PNV en el Ejecutivo (PSE) «no plantean una apuesta clara por la plurinacionalidad» del Estado. Martínez ha insistido, además, en la propuesta de su partido de aprobar una norma similar a la ‘ley de claridad’ canadiense para canalizar desde la legalidad las demandas soberanistas.

Desde el PP, Alfonso Alonso ha solicitado a Urkullu que «retire el apoyo» que –según ha dicho– ha dado al proceso soberanista de Catalunya. Además, le ha emplazado a «cerrar las puertas a la independencia en Euskadi», ya que ese es «un camino que nos lleva a la locura». En la misma línea, le ha pedido que «garantice que lo que ocurre en Catalunya no ocurre en Euskadi».

Desde las filas de los grupos que apoyan al Gobierno, Iñigo Iturrate (PNV) ha respaldado la vía del «pacto y democracia», sobre la que ha destacado que, en la actualidad, «cobran especial valor ante la ante la cerrazón de las principales instituciones del Estado, ante la falta de reconocimiento y respeto a las realidades nacionales y ante lo que parece la inminente caída al abismo institucional».