El PSOE avala intervenir los Mossos y TV3, e imponer elecciones
El PSOE confirmó ayer que Rajoy contará con todo su apoyo para aplicar el 155, cuyos detalles se conocerán hoy. La mesa del Parlament se reunirá el lunes para convocar el pleno que deberá responder al desafío español.
Las administraciones de la lotería tienen prácticamente agotado el número 00155 para el sorteo de Navidad. Valga el hecho –real– para ilustrar que el Estado lo fía todo a la aplicación de este desconocido artículo de la Constitución. Un pozo sin fondo que otorga al Gobierno español un cheque en blanco para intervenir todos aquellos aspectos del autogobierno catalán que requiera. El cheque se lo dan la propia Constitución y el PSOE, que ayer, solo tres meses después de haber jurado que no daría apoyo al 155, confirmó su adhesión a la línea dura contra las instituciones catalanas.
Con Rajoy luciendo apoyos europeos siempre relativos en Bruselas y en Oviedo –la UE ha recibido el premio Princesa de Asturias a la concordia–, no será hasta hoy cuando conozcamos, tras el Consejo de Ministros extraordinario, las medidas concretas que el Gobierno propondrá al Senado. Pero ayer la exministra del PSOE Carmen Calvo, que ha participado en las negociaciones bipartitas, se erigió en portavoz oficiosa de Moncloa y anunció un acuerdo para imponer unas elecciones autonómicas en Catalunya en enero. No añadió si, como único modo de ganarlas –PP y PSOE lograron un 21% de los votos el 27S–, piensan ilegalizar o suspender las candidaturas independentistas. Pero sí que dio pistas sobre algunas de las medidas más drásticas acordadas por el bipartidismo.
Conviene, por ilustrativo, recoger el toma y daca entre Calvo y la presentadora Susanna Griso en Antena3. Empieza la primera: «La Generalitat, los medios de comunicación, las fuerzas de seguridad, tienen que ser neutrales, tienen que estar cumpliendo el Estatuto de autonomía de Catalunya y la Constitución española». «Por tanto, deduzco que esas medidas podrían afectar a los Mossos y a TV3», sigue Griso, a quien Calvo contesta con una palabra que indica el grado de comodidad con el que el PSOE se apresta a suspender la autonomía catalana: «Evidentemente».
El punto fuerte de la oralidad es que, a diferencia del discurso escrito, no cuenta con tantos filtros ni da pie a la autocensura. Es a través del lenguaje oral como el subconsciente se manifiesta con mayor soltura. La exministra podría haber contestado «Sí», podría haber respondido «No nos dejan otra opción», pero no, dijo «Evidentemente».
Los detalles de la intervención los conoceremos hoy, pero la descarga política se realizó ayer: con Podemos anulado en un marco de debate en el que se pugna por ver quien es más español, y con PSOE y Ciudadanos entregados a un seguidismo sin preguntas ni reservas, no hay nadie en Madrid que vaya a frenar los pies del Gobierno español que, recordemos, cuenta con la bendición y el impulso borbónico, tal y como el monarca recordó ayer ante la cúpula de las instituciones europeas: «España tiene que hacer frente a un inaceptable intento de secesión». Es el segundo aviso del Borbón en poco más de dos semanas.
Colau y PSC, en guardia
El destape del PSOE, siempre relativo, no pilló por sorpresa al independentismo, pero sí que generó molestias en sus contrapartes catalanas, empezando por el propio PSC, que trató de poner pie en pared. La diputada en el Congreso Alicia Romero se vio obligada a salir apresuradamente a asegurar que no le darán «un cheque en blanco al PSOE». Pero los cheques, en Madrid, no los firma el PSC. Uno de los fundadores del partido, además de ministro en gobiernos de Felipe González, el histórico Joan Majó, le anunció ayer a Miquel Iceta su baja: «No acepto que mi partido se pueda seguir considerando ‘partido hermano’ de un partido que ha decidido adoptar a nivel de Estado posiciones de pleno apoyo al actual Gobierno español».
También expresó su incomodidad la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que gobierna en coalición con el PSC. Aseguró que trabajan «activamente» para que sus socios cambien de posición y retiren su apoyo al 155. De lo contrario, advirtió, el acuerdo municipal corre un grave riesgo. Si el apoyo del PSC se confirma, su plataforma política, Barcelona en Comú, tomará una decisión el próximo martes.
Un intenso calendario
También se supo ayer que el 155 llegará antes de lo esperado, ya que, forzando el reglamento, la Mesa del Senado pisará el acelerador para poder realizar el debate y la votación de la intervención del autogobierno el mismo viernes. Algo que repercute directamente sobre los planes catalanes. Ayer se convocó la Mesa y Junta de Portavoces del Parlament que, en principio, debe poner fecha al pleno para levantar la suspensión de la declaración de independencia. Antes que eso, esta tarde las calles de Barcelona volverán a ser un clamor por la libertad de los líderes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, encarcelados en Soto del Real.
La AN, hacia un macrosumario
La Audiencia Nacional española, que ayer ordenó investigar las llamadas de Cuixart, Sànchez y Trapero, estudia pedir que todas las causas abiertas sobre el 1-O en los juzgados de Barcelona y en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya pasen a manos de la juez de la AN Carmen Lamela.
Las PYME se quedan
Al margen de goteo de grandes empresas que trasladan su sede social fuera de Catalunya, una encuesta de la patronal catalana de la pequeña y mediana empresa (Pimec) reveló ayer que el 80% de las PYME catalanas no se plantea sacar su sede social fuera de Catalunya.