El unionismo se manifiesta en Barcelona con miras a las elecciones convocadas por Rajoy

Menos de 48 después de que el Parlament proclamara la República catalana independiente, una multitud se ha manifestado, a convocatoria de Societat Civil Catalana, en el centro de Barcelona en defensa de la «unidad de España» bajo el lema ‘Tots som Catalunya’, una protesta a la que han acudido los máximos responsables de PPC, C's y PSC, en la que también ha estado representado el Gobierno español.

En la cabecera de la manifestación y tras la pancarta con el lema «¡Tots som Catalunya! Por la convivencia, seny» se encuentran la ministra española de Sanidad, Dolors Montserrat, el líder del PPC, Xavier García Albiol, el delegado del Gobierno español, Enric Millo, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y la líder naranja en Catalunya, Inés Arrimadas, así como el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, junto a otros dirigentes del PSOE, como Carmen Calvo. También ha acudido a la cita el exministro español de Interior Jorge Fernández Díaz y el aventurero Álvaro de Marichalar.

En el paseo de Gràcia con Diputación y en el recorrido hacia la Gran Via se han podido ver numerosas banderas españolas, pero también senyeras y banderas europeas, globos blancos con las tres banderas, y hay cánticos de «viva España», «viva Catalunya», «ni amnistía ni perdón», «golpistas a prisión», «TV3, manipuladora», «Puigdemont a prisión» o «todos somos Cataluña».

Sobre la convocatoria electoral que ha hecho el Gobierno español para el 21 de diciembre, los manifestantes han coreado «Ahora sí vamos a votar» o «Votaremos», y muchos manifestantes han cantado el «que viva España» de Manolo Escobar o el «Mediterráneo» de Joan Manuel Serrat.

Al final de la manifestación, convocada por Societat Civil Catalana (SCC), han tomado la palabra el el exlíder del PSOE y expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell y exlíder del PCE Francisco Frutos.

Clima preelectoral

Borrell, ha sido recibido en el estrado con gritos de «presidente, presidente», y buena parte de su discurso ha estado dirigido a las elecciones convocadas por Mariano Rajoy. Ha comenzado diciendo que preferiría haberse quedado en las montañas pirenaicas «donde el bosque otoñal tiene los mismos colores que las banderas de España y Catalunya, el rojo y el gualdo».

El exministro del PSOE ha negado a Carles Puigdemont el derecho a hablar en su nombre. En ese momento los asistentes han coreado «Puigdemont, a prisión». En un intento, aparente, de apaciguar los ánimos, Borrell ha mostrado su esperanza en que la Justicia haga su trabajo y pida responsabilidades a quienes han hecho mal a Catalunya.

Borrell ha reñido a los asistentes a la movilizacion –que la organización ha cifrado en 1.300.000 y la Guardia Urbana en 300.000– por no haber acudido a votar habitualmente en las elecciones al Parlament de Catalunya, permitiendo de este modo la victoria de los soberanistas. Por ello, ha hecho un llamamiento a acudir a votar el 21 de diciembre «para desalojar al Gobierno nacionalista de Catalunya». «Votarem! Votarem!», ha sido la respuesta de los congregados en el paseo de Gràcia.

El expresidente del Parlamento Europeo también ha criticado a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a quien ha llamado «emperadora de la ambigüedad», como ejemplo de «la izquierda demasiado comprensiva con el nacionalismo». En este sentido, le ha reprochado que haya criticado la aplicación del 155 y no dijera nada ante las, a su juicio, irregularidades del 1-O.

Asimismo, Borrell ha subrayado que ya se han ido de Catalunya 1.800 empresas y ha culpado al vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, de tratar de minimizar la importancia de este hecho. «Porque este es el que manda», ha subrayado Borrell. «Mandaba, mandaba», han respondido los manifestantes en referencia a su destitución, junto a todo el Govern, por parte de Rajoy. Según Borrell, «lo sé de buena tinta», el jueves había un acuerdo para no aplicar la 155 ni proclamar la independencia, pero Junqueras «se lo cargó movilizando a sus radicales».

«La independencia de Catalunya no es real. Si lo fuera, muchos de los que estáis aquí estarías en el paro. Y si no lo estáis es porque se ha aplicado el 155», ha añadido Borrell, que ha subrayado que quedan 53 días hasta las elecciones.

Frutos, «botifler»

El ex secretario general del PCE Francisco Frutos también ha intervenido en el acto. Se ha autodefinido como ‘botifler’ (traidor, en catalán) «porque traiciono vuestras mentiras, vuestro racismo y porque no justifico la corrupción». A continuación, ha añadido, en referencia a los independentistas, «vosotros sois los verdaderos ‘botiflers’, porque habéis traicionado a la clase trabajadora y a la libertad».

Frutos ha dicho que representaba a la «verdadera izquierda», a la que no se somete al nacionalismo, que ha calificado de destructivo, poniendo como ejemplo la Primera Guerra Mundial.

Es la primera vez que ha acudido a una manifestación de este tipo el líder del PSC, Miquel Iceta, que se ha ubicado al lado de la ministra Dolors Montserrat, junto a los que también se puede ver a la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, entremezclados con dirigentes del PP como Andrea Levy o Alberto Fernández Díaz, o de Ciudadanos, como Carina Mejías, José Villegas o José María Espejo-Saavedra.

En la manifestación unionista del pasado 8 de octubre, los organizados cifraron la asistencia por encima de los 900.000, mientras la Guardia Urbana la cualificó en 350.000. NAIZ, que hizo el recuento con su procedimiento habitual, contó 170.000 personas.

Incidentes en Sant Jaume

Tras la manifestación, grupos de fascistas se han desplazado hasta la Plaza de Sant Jaume, donde han intentado entrar en el Palau de la Generalitat y se han enfrentrado con los Mossos d'Esquadra. Asimismo, han increapado a ciudadanos,

Junto a ello, asistentes a la manifestación han agredido a un periodista de Nacional.cat junto al escenario en el que ha hablado Borrell. 

Por otra parte, la Guardia Urbana ha informado de que un taxista ha resultado herido después de un grupo le arrojara un objeto a la ventana de su vehículo en la calle Casp, perpendicular al Paseo de Gràcia.