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Priman los puntos por encima del juego o de las sensaciones

El Glorioso no ha conseguido ganar al RCD Espanyol en los últimos siete enfrentamientos; el más reciente tuvo lugar en el 2003.


Llegado a la jornada undécima de la competición liguera como farolillo rojo y con solo tres puntos en el casillero, la premisa del Deportivo Alavés es sumar como sea, jugando mal o jugando bien. El juego pasará al segundo plano. Y es que, a pesar de jugar su mejor partido, no pudo doblegar a un Valencia que aprovechó a las mil maravillas los únicos errores puntuales de los babazarros. Y ese 1-2 terminó doliendo más que cualquier otra derrota, en parte porque supuso encadenar la nove- na derrota de la temporada –la tercera consecutiva–.

El pasado fin de semana, además, la victoria del Málaga sobre el Celta (2-1) hizo que los andaluces escalasen en la tabla, relegando al Alavés al último puesto. No fue esta última la jornada soñada, puesto que tras el empate del Eibar, la salvación se coloca a cinco puntos y para alcanzar dichos números los de De Biasi están obligados a ganar al Espanyol.

Una victoria sobre los pericos les impulsaría hacia una buena dirección y el calendario es ideal incluso para alargar la racha. Los de Quique Sánchez Flores, sin embargo, se encuentran en una situación en la que acaban de empezar a revertir las dudas que surgieron en el arranque liguero. Con 13 puntos (cinco de ellos en las últimas tres jornadas) están décimos en la tabla, a cuatro de los puestos europeos.

A la espera de los descartes

De todas formas, en lo que llevamos de curso, el conjunto catalán no sabe lo que es ganar a domicilio –ni en la competición copera, en la que empató a cero con el Tenerife–. Es la única estadística en la que le gana el Alavés, aunque no está para echar cohetes puesto que el duelo se juega en Mendizorrotza y hasta la fecha cuenta los partidos por derrotas. Es más, el Espanyol ha vencido en sus dos últimas visitas a Gasteiz y hay que remontarse hasta 2003 para ver la última victoria del Glorioso en su propio feudo (2-1).

Para el partido de esta tarde, el contratiempo para De Biasi es la baja por sanción de Carlos Vigaray, el único lateral diestro puro de la plantilla. El transalpino ha convocado a todos los disponibles por lo que tendrá que hacer cuatro descartes.

Sánchez Flores también tendrá que reducir su lista definitiva de 20 a 18 jugadores aunque no se esperan muchas variaciones respecto al último partido. La única novedad es la recuperación de Didac Vila.

 

«Más que palabras necesitamos hechos»

Gianni de Biasi no cesa en su empeño de pedir intensidad a sus pupilos y espera que aprendan de los errores convertidos . Así pues, incidió en que frente al Valencia hicieron un buen partido y que salieron con la cabeza alta a pesar de no sumar ningún punto. «Ahora no podemos bajar la intensidad y las ganas», expresó y recomendó no mirar la clasificación.

«Más que palabras necesitamos hechos, necesitamos hacer cosas importantes. Si estamos mejor que el contrario hay que aprovechar cada ocasión que conseguimos», resumió el italiano, afirmando que poco a poco van puliendo los detalles que trabajan en los entrenamientos.

Definió al rival, el Espanyol, como un equipo que «sabe luchar y controlar el balón». Argumentó que Sánchez Flores lleva más tiempo trabajando con el equipo, por lo que «tiene una clara identidad».A.U.A.