Rajoy defiende la cadena perpetua «revisable» y anuncia su ampliación
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, defendió la figura de «la prisión permanente revisable» por «la demanda de la sociedad» y anunció su ampliación a más casos de delitos.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, defendió ayer la aprobación de un proyecto de ley que amplíe los delitos que pueden conllevar prisión permanente revisable y justificó esa decisión por la necesidad de responder a la demanda de la mayoría de la sociedad y para proteger a las víctimas. Rajoy se rodeó precisamente de familias de víctimas de diversos delitos en la convención nacional organizada por el PP en Córdoba en defensa de esa figura del Código Penal. El presidente del PP aseguró que se volcará en respaldarla frente a los intentos de derogarla.
«La mayoría de los españoles sabe que lo que es permanente es el dolor de una madre o de un padre de un menor asesinado. Y ese dolor, que por desgracia es permanente, no es revisable», justificó Rajoy.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, adelantó que el próximo viernes el Consejo de Ministros aprobará un proyecto de ley que aumentará los delitos a los que se les puede aplicar la cadena perpetua «revisable».
A los ocho casos que en la actualidad pueden conllevar esa pena el Gobierno español quiere añadir los de intentar ocultar el cadáver de una persona asesinada o no colaborar en su hallazgo, el secuestro que acabe en asesinato, incendios en los que se ponga en peligro la vida de personas o determinados usos de elementos químicos o nucleares.
Rajoy recordó que el PP aprobó en 2015 la reforma del Código Penal para introducir esa figura sin el apoyo de ningún otro grupo parlamentario, pero sostuvo que no se sintió solo porque contaba «con la mayoría de españoles». Aseguró que esa pena es proporcionada a la gravedad de los crímenes que castiga y «trata de responder a una justa demanda social de más seguridad ante los peores criminales». Aprovechó, además, para reprochar su postura sobre este tema a Ciudadanos, en un momento de disputa por el electorado de ambas fuerzas.