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Merkel y Schulz apuran plazos hacia la Gran Coalición o elecciones

Angela Merkel ha convocado esta mañana a la ejecutiva de su partido, la CDU, para informarle sobre el acuerdo alcanzado con el SPD de cara a formar la tercera Gran Coalición. El anunció trascendió en la tarde de ayer, cuando nadie sabía aún a qué hora terminarían las negociaciones ni con qué resultado. Altos cargos mostraban un prudente optimismo.


Las 20.00 horas es la prime time de la televisión alemana, marcada por el telediario de más audiencia, la «tagesschau» de la primera cadena estatal ARD. Ayer no pudo aclarar el desenlace de las negociaciones entre la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller en funciones, Angela Merkel; su socia regional, Unión Social Cristiana (CSU) del ministropresidente bávaro Horst Seehofer, y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) de Martin Schulz. Anoche agotaban los plazos para tratar de cerrar «in extremis» un nuevo acuerdo de Gran Coalición, más de cuatro meses después de las elecciones, que evite una nueva cita con las urnas.

Por la mañana, al inicio de la que se preveía la última ronda de negociaciones en la sede de la CDU en Berlín, Merkel anunció que «cada uno de nosotros tendrá que hacer aún compromisos dolorosos. Yo estoy dispuesta para ello si podemos garantizar que al final habrá más ventajas que desventajas». «Creo que hoy será el día de la decisión sobre si los tres partidos CDU, CSU y SPD acordarán un pacto común de coalición», señaló Schulz a la prensa. «La hora de la verdad se está acercando», anunció el jefe del grupo parlamentario de la CSU, Alexander Dobrindt.

Al cierre de esta edición, los puntos de la discordia seguían siendo los mismos que el lunes: la desaparición del trato de favor que reciben los enfermos con seguro privado ante los pacientes que están con un seguro público y la eliminación de los contratos laborales de duración determinada sin razón objetiva. Ambas cuestiones son esenciales para Schulz porque eran la condición por la que el congreso extraordinario del SPD le dio el visto bueno para pasar a la fase de negociaciones con Merkel. Aunque el acuerdo cuenta con un marcado carácter social, Schulz y la jefa de su grupo parlamentario, Andrea Nahles, tenían que presionar a Merkel y Seehofer porque, en caso contrario, las bases del SPD no aprobarán el pacto en la consulta interna que se llevará a cabo.

Esa es la espada de Damocles que pende sobre Schulz, y sobre la tercera Gran Coalición. Tras su debacle electoral, no quiso reeditar esta forma de bipartito porque, por segunda vez consecutiva, su partido quedó mermado por la merkeliana CDU.

En su contra se han posicionado las Juventudes Socialistas, la organización juvenil del SPD, con su campaña #NoGroKo, que busca animar a la gente a afiliarse para votan «No» a la Gran Coalición. Desde enero, el SPD ha registrado unos 24.000 nuevos afiliados, lo que ha elevado su militancia a 460.000. A las seis de la tarde de ayer venció el plazo para que los nuevos miembros puedan participar en la consulta.

Otra cuestión que puede desquiciar a los dirigentes del SPD son las querellas que cinco ciudadanos han presentado ante la Corte Constitucional precisamente por esta consulta. Dos de ellas no han sido admitidas por un formalismo al no considerase competente porque, según la ley, los partidos son asociaciones de ciudadanos y los pleitos que les afecten han de dirimirse en el tribunal regional competente, en este caso, el de Berlín.

La cúpula del SPD ve una confabulación tras este debate mientras que el exjuez de Constitucional Hans-Jürgen Papier cuestiona la constitucionalidad de la consulta porque, al ser vinculante, obliga a los parlamentarios a cumplir una decisión tomada por otros cuando la ley establece que los diputados sólo obedecen a su conciencia. Otros expertos opinan que la consulta encaja con la elección interna de los candidatos a diputado.

 

Alemania avanza con condiciones hacia la semana laboral de 28 horas

Los empleados del sector metalúrgico y eléctrico alemán podrán reducir su semana laboral a 28 horas por un tiempo limitado pero sin compensación salarial, tras el acuerdo firmado por el sindicato IG Metall y Süedwestmetall, la patronal regional de Baden-Württemberg. El pacto sobre salario y jornada laboral firmado en la madrugada de ayer tras semanas de dura negociación y de huelgas servirá de referencia para millones de trabajadores de Alemania.

Los 900.000 empleados del sector en este land tendrán a partir de abril de 2018 un aumento salarial del 4,3% y entre enero y marzo recibirán un pago único de cien euros. A ello se sumarán en 2019 una cantidad fija de 400 euros y un pago adicional del 27,5% de un salario mensual.

También a partir del año que viene todos los empleados a tiempo completo tendrán derecho a una reducción de su semana laboral a 28 horas durante dos años.

Los empleados con cargas familiares o cargas profesionales, como el trabajo por turnos, podrán reconvertir el nuevo pago suplementario tarifario en días libres y beneficiarse de tiempo de ocio adicional. En contrapartida se podrán cerrar más acuerdos de 40 horas semanales.

IG Metall reclamaba un aumento salarial del 6% y la posibilidad de reducir durante dos años la jornada semanal a 28 horas con una compensación en el sueldo, peticiones que la patronal consideró excesivas.

La patronal del metal, que incluye a la industria automovilística, señaló que es un «compromiso llevadero» aunque con «elementos dolorosos».GARA