La Real tendrá que ganar en Salzburgo para pasar de ronda
Los donostiarras, con goles de Odriozola y Januzaj, han remontado en la segunda mitad el tanto en propia meta de Oyarzabal, pero el japonés Minamino ha puesto las tablas en el descuento (2-2). Datos del partido.
Salvo un llamativo empate a tres o más goles, la Real tendrá que ganar dentro de una semana en Salzburgo si quiere seguir adelante en la Europa League.
Los donostiarras han vuelto a mostrar en competición continental los mismo males que le aquejan en Liga. Un equipo con cierta facilidad para marcar goles pero tremendamente frágil en tareas defensivas y que no pocas veces se dispara en los pies sin necesidad de que el rival se esmere demasiado.
A ello se le une un portero que no ofrece ninguna seguridad y que en cada partido ofrece más argumentos a su cada vez mayor lista de detractores. Rulli estuvo blando saliendo de puños en el primer corner que lanzó el Salzburgo, se comió la pelota y golpeó en Oyarzabal para coger la dirección de las redes. El meta reclamó falta, de esas que se suelen pitar en el área pequeña al más ligero contacto, pero el árbitro no lo consideró así.
No anduvieron mejor el resto de compañeros, con largas posesiones de los austriacos, peligrosas pérdidas en la salida del balón y centros lanzados sin ton ni son. En el descanso, con 0-1, Anoeta sonaba a funeral y el empate parecía un mal menor.
Han mejorado, no era difícil, en la segunda parte. Eusebio ha metido a Januzaj por Juanmi y el belga ha subido las revoluciones de su equipo. Odriozola, con un caño y un potente disparo de puntera, ha puesto el empate con su primer tanto como blanquiazul. Y Januzaj ha completado la remontada con un libre directo que se ha colado entre la barrera visitante.
El 2-1 sabía a gloria, visto lo visto, pero esta Real tiene la mandíbula de cristal y ha encajado el empate en el 93. Datos del partido.