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La prueba del algodón para el Athletic de Ziganda

Kuko Ziganda insta a los suyos a «no dar ni un paso atrás» y apuntalar «la mejoría que estamos teniendo» en los últimos partidos.


«Muy bien: ellos están en nuestro flanco izquierdo, están en nuestro flanco derecho, están en nuestra retaguardia y los tenemos frente a nosotros: ¡esta vez no podrán escapar!», arengaba a sus tropas el coronel estadounidense Lewis B. ‘Chesty’ Puller, mientras estaba rodeado por ocho divisiones enemigas. El Athletic solo ha ganado en el Sánchez Pizjuán una vez en sus últimas veinte visitas ligueras. Una única victoria en 24 años, en noviembre de 2011, con gol y triunfo de De Marcos. Es más, el Athletic acunula 353 minutos sin marcar en el Nervión, desde diciembre de 2013. Y por si fuera poco, arbitra el navarro Undiano Mallenco, que en Liga ha dirigido 15 veces a los leones como visitante, con una sola victoria, en Anoeta, hace 11 años.

Con estos sugerentes ‘alicientes’ se presentan los rojiblancos ante el Sevilla, aunque, crucemos los dedos, dispuestos a sorprender a propios y extraños y sacar un buen resultado de un estadio gafe hasta que lo asaltó un ‘Loco’ llamado Marcelo Bielsa y su convicción de que aquel Athletic podía ganar a cualquiera, donde fuera.

Kuko Ziganda, prefiere pensar que estamos ante «un partido nuevo, con diferentes jugadores, no importa lo pasado hasta ahora ni si se nos da bien o no». Lleva razón, pero por esos «imponderables» que diría el argentino, hay estadios en particular que a los equipos se les atragantan y el Pizjuán es uno de ellos. Comparecencia de prensa del tecnico navarro que fue una auténtica balsa de aceite, tras el buen sabor de boca del miércoles y en la confianza de que esta vez no quede todo en un bluff como a finales del año pasado. Ziganda está convencido de que no y para ello enarbola el partido hecho en Moscú, la primera mitad ante el Málaga o la actuación ya mucho más completa frente al Valencia. Ganar «sería un golpe muy importante, apuntalar la mejoría que estamos teniendo, mejoría a nivel de confianza, y confirmar lo que queremos intuir», vino a dejar entrever ese convencimiento de que el equipo está tomando otro cariz, sin redondear del todo un partido, pero sí dejando cada vez más minutos de conjunto consistente y con determinación.

«La clave –por hoy– será, más allá de quienes jueguen o del esquema, la decisión con la que vayamos a por el partido, que salgamos decididos de que tenemos posibilidades y de que tenemos que dar una buena versión. Ir a por el partido», apuntó sobre lo que le pide a los suyos ante un rival «muy fuerte, con mucho nivel, que está haciendo un gran año». Una cita de altura para un Athletic obligado seguramente a «confirmar la mejoría y no dar ni un paso atrás, que los que salgan intenten dar una buena impresión, que se vea que somos un equipo sólido y fuerte y que tenemos opciones de ir a por el partido».

Hacer un partido con oficio

El Pizjuán es una prueba de fuego y a la vez un reto para los bilbainos. Veremos el once que pone en liza Ziganda, teniendo en cuenta las «lógicas molestias» de algunos jugadores o el cansancio acumulado. Jugando fuera es muy posible que Aduriz se quede en el banquillo, también que Yeray reaparezca en la zaga, otro tanto que lo haga Iturraspe y veremos si hay algún movimiento más en defensa. En cualquier caso, más que un fútbol virtuoso o que nada tenga que ver con el juego acobardado de esta temporada, el Athletic debería plantear un choque en el que hiciera valer el oficio, su solidez como grupo, uno de esos duelos más parecidos a un encuentro europeo que de Liga.

El científico Louis Pasteur sostenía que «las oportunidades solamente las aprovechan las mentes preparadas». Esta tarde, con las estadísticas en contra, en un estadio cenizo y un rival de aúpa, este Athletic debe demostrar si esta vez está preparado para afrontar esta prueba del algodón. Ojalá que sí.

 

La incidencia de Iñigo Córdoba en los centros

Esta tarde veremos si el joven Iñigo Córdoba tiene continuidad en el once de Kuko Ziganda, tras su satisfactoria actuación ante el Valencia. Su presencia, incluso que dispusiera de minutos, era un clamor entre la afición. El técnico navarro le había relegado al ostracismo, hasta estaba recurriendo a Sabin Merino por delante del ‘28’, para sorpresa de muchos. En Málaga tiró de él y ante el Valencia repitió. En uno u otro, incluso en el poco rato que tuvo en el Calderón ya con 2-0 abajo, demostró que le sobra atrevimiento a la hora de encarar a los rivales y tratar de generar peligro. No recibe y devuelve el balón atrás. Y de eso hay poco en el Athletic ahora mismo. Si la condición física le acompaña, será una bocanada de aire fresco para el equipo. De momento, su presencia se hace notar: es el jugador de la Liga con el que más varía la influencia de una banda en los centros al área de su equipo. Con él en el campo, el 58,5% de los centros del Athletic son desde la izquierda; sin él sobre el terreno de juego, el promedio baja al 42,8%.J.V.