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Una ocupación simbólica para denunciar una injusta realidad

Miles de personas han protagonizado una sentada frente a la sede de la Seguridad Social en Gasteiz. Dentro había una treintena de mujeres que han denunciado la precariedad de las empleadas del hogar, han reclamado prestaciones superiores al umbral de la pobreza y han exigido excedencias remuneradas para el cuidado de dependientes.

Protesta en la sede de la Seguridad Social en Gasteiz. (Juanan RUIZ/ARGAZKI PRESS)

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Sanciones para aquellas personas que no aseguran a las trabajadoras domésticas, excedencias remuneradas para el cuidado de las personas dependientes, prestaciones de desempleo para empleadas del hogar, servicio médico con perspectiva de género y prestaciones superiores al umbral de la pobreza, establecido en 1.033 euros por Elkartzen.

Estas son solo algunas de las reivindicaciones planteadas por las mujeres que han ocupado este mediodía la sede de la Seguridad Social en Gasteiz, situada en la calle Dato de Gasteiz. Una treintena de personas que han accedido a las oficinas al término de una marcha multitudinaria, en la que han participado miles de mujeres.

En las calles Dato y Postas había más de 10.000 personas, y a este número hay que sumar el de las mujeres que han optado por atajar por General Álava o por la calle San Antonio. Juntas han realizado una sentada en apoyo a las mujeres congregadas en el interior de la Seguridad Social y han cortado el tráfico en la calle Florida, una de las vías más transitadas del centro de Gasteiz.

Han tomado las calles para denunciar una injusta realidad que invisibiliza el trabajo doméstico y de cuidados, realizado por mujeres. «Cuando lo hacemos en el ámbito familiar lo hacemos de forma gratuita, y cuando es el mercado laboral lo ejercemos en condiciones de explotaciones que van desde la precariedad hasta la trata laboral», ha señalado Alitxu Martínez del Campo.

También ha censurado la pobreza a las que se ven abocadas muchas mujeres mayores y los problemas de conciliación, un derecho que «sigue siendo un sueño para muchas mujeres trabajadoras». «Y la maternidad se vive con la perspectiva de una posible pérdida de empleo y como obstáculo para obtenerlo», ha añadido.

Después de una hora, sobre las 13.30, las mujeres han abandonado la Seguridad Social y han puesto fin a las movilizaciones de la mañana. Esta tarde volverán a tomar las calles de la capital alavesa con las pilas cargadas.