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Xabier Sagardoi ya disfruta del primer permiso concedido tras la ofensiva legal de EPPK

El preso de Barañain Xabier Sagardoi pasará este fin de semana en casa tras el permiso concedido por la cárcel de Soria y avalado por el juez. Se trata del primer caso en la batalla jurídica emprendida por EPPK.

Xabier Sagardoi ya disfruta del permiso. (NAIZ)

Sagardoi ha salido de la cárcel de Soria y ya disfruta del permiso penitenciario que le permitirá pasar el fin de semana en casa.

Como informó GARA a principios de esta semana, se trata del primer preso que disfruta de un permiso de estas características tras la batalla legal emprendida por EPPK, que ha estado marcada por la constante negativa de las autoridades españolas a abrir el candado del primer grado aplicado al 96% del Colectivo, lo que supone un gran escollo para ir accediendo a permisos y/o tercerros grados.

Sagardoi está clasificado en segundo grado, lo que posibilita realizar estas peticiones, totalmente vetadas en primer grado. La Junta de Tratamiento de este penal autorizó la salida del preso mediante la fórmula de permiso ordinario, para un fin de semana. Más importante que ello resulta que el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria no se haya opuesto. En el auto dictado el 12 de marzo, cita que efectivamente la ley establece que «se podrán conceder, como preparación para la vida en libertad, permisos de salida de hasta siete días de duración por un máximo de 36 días por año a los internos de segundo grado».

«La concesión exige informe del equipo técnico y, en todo caso, que haya extinguido la cuarta parte de la condena y no observen mala conducta –añade–. En el presente caso concurren todos los requisitos exigidos, por lo que visto el informe favorable del Ministerio Fiscal, procede autorizar el permiso con las condiciones que constan en la propuesta», concluye el auto firmado por el titular del Juzgado Central, José Luis de Castro.

Xapo, como también se le conoce, fue detenido en setiembre de 2013 para cumplir una condena de seis años por pertenencia a Segi, cuyo cumplimiento está por tanto avanzado.

El caso de Sara Majarenas

Existe otro caso reciente de permisos a una presa del Colectivo, aunque dadas sus conocidas y gravísimas circunstancias su caso no puede tomarse como ningún avance. Se trata de Sara Majarenas, a quien pese al ataque machista sufrido por su hija se han ido denegando tanto la libertad condicional como el acceso a tercer grado.

El Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria sí ha admitido que Majarenas pudiera tener permisos de fin de semana «como medio que le permita estar más tiempo con su hija menor de edad [Izar], máxime cuando se está accediendo al principio de flexibilización y no al tercer grado».

En ello influyó además la enfermedad contraída con la prisionera donostiarra, que le ha obligado a estar inicialmente hospitalizada y luego en aislamiento médico en su domicilio durante algún tiempo, para posteriormente ser devuelta al piso de acogida de Madrid en cuanto su salud mejoró.

Esta situación fue denunciada por Kontxi Ibarreta, madre de Sara y abuela de Izar, en una carta pública que GARA difundió el 21 de marzo: «Sara llega los viernes, y según llega tiene que preparar a Izar para la despedida los domingos. La deja aquí hecha un mar de lágrimas (...) ¿Por qué se empeñan en hacer tanto daño a esta niña?», preguntaba.

La excarcelación definitiva se prevé el lunes, lo que supone que Majarenas habrá agotado totalmente su condena tras trece años. Y para entonces hará ya catorce meses desde que se produjo la agresión a Izar.