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Sant Esteve de les Roures, el pueblo catalán que jamás podrás visitar

Catalunya ya tiene su Arralde. La Guardia Civil se inventó el inexistente municipio de Sant Esteve de les Roures en uno de sus informes sobre el 1-O. Allí situó algunas de las supuestas escenas de violencia independentista. La bola no hace más que crecer desde entonces.


Si el unionismo tiene Tabarnia, el independentismo tiene Sant Esteve de les Roures. Aunque el objetivo de estas dos ficciones no puede ser más dispar, ambas obedecen en su origen íntimo a la frustración española en Catalunya. Mientras la primera refleja la ofuscación por no poder ganar electoralmente al independentismo ni con el dopaje del 155, la segunda plasma la impotencia de no poder imputar hechos violentos al independentismo.

En efecto, la invención de este pueblo que no consta entre casi el millar de municipios reales del Principat corresponde a la Guardia Civil, que en un informe filtrado por “El Mundo” lo describía como nido de violencia soberanista: «Uno de los manifestantes (de Sant Esteve de les Roures) que ya había agredido a otros agentes aprovechó la caída de uno de ellos, que quedó totalmente indefenso, para propinarle una brutal patada en la parte posterior de la cabeza». El programa de sátira política “Polonia” no tardó en avanzar los primeros capítulos de la serie situada en la localidad, con sus violentos habitantes como protagonistas, en un viaje inverso al que hizo Arralde, que de las pantallas de ETB pasó a los informes de Baltasar Garzón.

Pero “Polonia” no es más que el último en apuntarse a un carro que hace semanas que crece de forma imparable en las redes. La utilización del humor como autodefensa en tiempos convulsos es un fenómeno universal, por fortuna. A alguien se le ocurrió la idea de crear en Twitter la cuenta oficial del Ayuntamiento de Sant Esteve de les Roures, «capital de la República Digital Catalana», y el chorreo no ha parado desde entonces, ayudado por decenas de cuentas secundarias que han dotado al municipio de universidad, biblioteca, arzobispado, casino, aeropuerto, periódico, kebab, orquesta sinfónica, central nuclear, convento, whiskeria, asociación de daltónicos, de celíacos y un largo etcétera que incluye una peña del Barça en nombre de la cual acudió el abogado de Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, a la final de la Copa del Rey, según explicó en declaraciones a TV3. Por cierto, también tienen cuenta la Euskal Etxea y «El Jonathan Martínez» de Sant Esteve de les Roures, un duplicado del bloguero de NAIZ y tuitero ilustre. Se desconoce aún la cifra exacta de habitantes del municipio, pero al menos en la red social, con más de 30.000 seguidores, es ya el segundo Ayuntamiento catalán más exitoso de Twitter, por detrás de Barcelona.

Por tener, el virtual municipio tiene hasta una cuenta de Guardia Civil local. Y es que la relación del pueblo con el instituto armado es una historia de amor incomprendido –más incomprensión que amor–. La cuenta falsa del Ayuntamiento tuiteó el vídeo de la Guardia Civil disparando a migrantes que cruzaban la frontera en Ceuta con un mensaje: «Un día les salvan y el otro les disparan hasta que mueren ahogados». El comentario no sentó bien en el cuerpo armado, cuyo community manager entró al trapo, ignorando el carácter jocoso de la cuenta. Ante la estupefacción de sus 1,2 millones de seguidores, la Guardia Civil afeó a Sant Esteve de les Roures –pueblo inventado por ellos mismos, no lo olvidemos– por utilizar la cuenta oficial del Ayuntamiento para calumniar al instituto armado. La vida, a veces, puede ser maravillosa.

Pero la Guardia Civil no es la única que ha picado el anzuelo. También la inefable Leticia Sabater ha entrado ya en negociaciones públicas para actuar en la localidad, invitada por la cuenta de la ficticia CUP local para las fiestas patronales, que, por supuesto, tienen una fecha fija: 1 de octubre.

Pero el suma y sigue no se detiene, ya que la cuenta oficial del Ayuntamiento la creó el autoproclamado alcalde, Josep Orni, lo que no es sino otra vacilada más a la Guardia Civil, que en otro glorioso informe describía una conversación entre el número dos de Junqueras en Economía, Josep Maria Jové, y un alto cargo de la Generalitat; en ella, según el informe, «comentaron algo sobre un tal “Orni”». La explicación es sencilla: Orni no es un nombre propio, sino que se refiere a una expresión catalana, fer-se l’orni, que quiere decir «hacerse el sueco».

Un increíble hallazgo arqueológico

Otro de los momentos culminantes de la corta vida de Sant Esteve de les Roures llegó hace una semana, cuando a través de las redes sociales, como no, se divulgó un «sensacional hallazgo arqueológico» en la ficticia localidad: unos capiteles en los que se observa a la Guardia Civil y a la Policía española requisando urnas y agrediendo a personas con las manos en alto. Uno de estos capiteles ilustra, de hecho, este texto.

Pero como todo puede dar siempre una vuelta de tuerca más, “OkDiario” no tuvo empacho en publicar una noticia sobre los capiteles con este titular: «La alcaldesa de Gerona convierte las mentiras del 1-O en un conjunto escultórico». El digital de Eduardo Inda confirmaba así que el vídeo de Cifuentes es quizá una de las pocas noticias reales que ha publicado. No acababa ahí el despropósito, ya que el texto añadía que los capiteles están expuestos «en la plaza de la Constitución de Gerona, rebautizada como plaza del 1 de octubre». Este cambio de nomenclatura es el único dato real de una noticia contra la cual la Fiscalía de Sant Esteve de les Roures, que también existe en Twitter, por supuesto, está estudiando querellarse.