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El Foro Social urge a avanzar en la cuestión de las personas presas

El Foro Social Permanente entiende que, tras la desaparición de ETA, es el momento de articular las mayorías institucionales, políticas, sociales y sindicales para avanzar hacia una sociedad en paz sin personas presas o huidas. Urge a la puesta en libertad de los prisioneros aquejados de graves enfermedades, al acercamiento efectivo del resto y dar pasos en la política de grados, unido a cumplir las directrices europeas sobre acumulación de penas y avanzar hacia la transferencia de las competencias penitenciarias a los gobiernos de Gasteiz e Iruñea.

Joseba Azkarraga, Patricia Vélez, Teresa Toda y Nazario Oleaga. (FOKU)

La petición realizada por Nazario Oleaga y Teresa Toda, parte del proceso de reflexión interna realizado por el Foro Social Permanente junto a Etxerat y Sare con numerosos agentes institucionales, políticos, sindicales y personalidades. «Entendemos que el nuevo tiempo abierto con la desaparición de ETA abre una situación en la que la política penitenciaria debe adecuarse», han manifestado, partiendo de que esa idea es compartida por una mayoría.

Consideran que es necesario construir un esquema de resolución basado en la triangulación de acuerdos entre los ejecutivos de Gasteiz e Iruñea, el propio EPPK y la sociedad civil. «Cualquier decisión que tenga que ver con las personas presas se tiene que hacer con el acuerdo de estas», han precisado, dejando claro que no defienden «ninguna estrategia de ‘contraprestaciones’ ni de ‘privilegios’».

Oleaga y Toda han aclarado que se trata de un esquema de resolución basado «en una demanda que genera consenso: simple y llanamente la aplicación ordinaria de la actual legislación penitenciaria». Han precisado de que habla de «agenda urgente» pues son conscientes de que, más adelante, se tendrán que abordar cuestiones como la de las personas juzgadas por la ley 7/2003 o aquellas cuya sentencia está sustentada en declaraciones realizadas bajo tortura.

«Es evidente que nadie en este país tiene la llave de las cárceles. Pero entendemos que, para llegar a ese escenario, deben darse tres factores previos: el citado acuerdo amplio previo aqui, la participación de las propias personas presas y, finalmente, generar una corriente de opinión en el Estado español favorable a una flexibilización de la política penitenciaria», han expuesto.

Han confesado que son realistas, por lo que no esperan «gestos espectaculares». «Este nuevo tiempo –han defendido– requiere de dinámicas integradoras. La convivencia en este país se va a construir generando espacios en los que todos los sectores se sientan razonablemente cómodos. Solo de esta manera se podrá realizar la necesaria reconciliación social».

El Foro Social Permanente no obvia el papel que en la resolución deben jugar las víctimas, aunque han incidido en que la mayoría de ellas «no están en un esquema de venganza y revancja, sino de convivencia y reconciliación. Siempre desde el absoluto respeto a otras maneras de convivir con el sufrimiento que pueden tener otras víctimas».

Acabar con el alejamiento

Patrizia Belez, de Etxerat, ha apelado a seguir en el camino de la consecución de acuerdos amplios, además ha reiterado la «urgencia máxima» de abordar el final del alejamiento y la libertad de los presos enfermos. Belez ha dicho que ellos sí tienen prisa en que acabe la actual política carcelaria de excepción, ya que llevan 30 años jugándose todas las semanas la vida para visitar a sus seres queridos.

«No es asumible mantener por más tiempo una política penitenciaria de excepción diseñada para una situación ya superada», ha recordado. «No proponemos contrapartidas ni beneficios. Hablar de contrapartidas –ha aclarado la integrante de Etxerat– es confundir beneficios con derechos y los derechos no están sujetos a contrapartidas. Se respetan o se vulneran y el Gobierno español continúa vulnerándolos».

Desde Sare, Joseba Azkarraga ha subrayado que tras la desaparición de ETA, la solución a cuestión de las cárceles debe ser una responsabilidad de la sociedad vasca, comenzando por sus instituciones. «Nadie se puede poner de perfil y ser ajeno», ha añadido, porque «cerrar este episodio dramático nos obliga a todos».

«Para lograr una paz sin presos vascos es indispensable una respuesta plural en el ámbito institucional y en las calles», ha insistido Azkarraga, consciente de que solo a través de la movilización los gobiernos y los estados cambiarán de postura.