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Más madera para la medular

Dani García cumple un sueño largamente deseado, llega con ganas de ganarse el puesto y aumentar la competitividad en la plantilla.


«Dani es el gran capitán. Puede haber mejores y peores jugadores, pero Dani te da cosas que otros no te dan. Va a ser difícil suplirle y el Eibar le va a echar en falta». Así se despedía en público José Luis Mendilibar de su timonel en el conjunto armero, un jugador de club que llega al Athletic tras 200 titularidades solo en competición liguera con la camiseta azulgrana. El arquetipo de futbolista que suma, que hace mejor al colectivo, que con su competencia obliga a los demás. Quizá por eso mismo, ayer, Josu Urrutia se refería al de Zumarraga como un «jugador de carácter, de personalidad, muy competitivo» y que «va a generar mucha competitividad» en sus nuevos compañeros. Y solo hay que escuchar al protagonista para ratificar esas palabras. El ya jugador rojiblanco reconoció en su presentación que está loco por comenzar a entrenar e «intrigado», confesó también, «por la idea de fútbol de Berizzo y ver cómo entrena».

Dani García cumple un sueño. Otro. «Es lo mejor que me podía pasar», subrayó. Jugar en Primera fue uno de ellos y el Eibar se lo posibilitó. Pero en su mente barruntaba desde siempre la idea de «cualquier jugador euskaldun» de jugar en el Athletic. «Me desilusionaba si no me llamaba», reveló que siempre estaba atento a si el club bilbaino se interesaba por sus servicios tras cumplir con creces en Eibar. «El verano pasado creía que había cumplido etapa en Eibar y era importante cambiar. En diciembre o enero comuniqué al Eibar ese interés del Athletic y en enero mi decisión. Y quería agradecer tanto a Fran (director deportivo) como Amaia (presidenta) que hayan respetado mis deseos y haberlo mantenido en silencio» hasta ahora, explicó.

Dani García insiste en que «es un sueño y me lo tomo como un premio», sabedor de que, para él, se trata de algo merecido. «Yo sabía que podía estar en esa competencia –con los rojiblancos que juegan en la medular–, sé que arriesgo pero me vendrá bien esa competencia». Y es que competencia es lo que busca el Athletic en una plantilla regenerada lo justo los últimos años y necesitada de aire fresco que renueve esa competitividad. «Yo no soy el salvador del Athletic ni mucho menos», advirtió, mientras echó un capote al habitual argumento de Josu Urrutia. «Estos años el Athletic ha dado un rendimiento de la leche, y por un año malo... Hay que tener toda la confianza del mundo tanto en mí como en los compañeros. Espero que esa competitividad traiga un año bueno». Una temporada gratificante que para el de Zumarraga se traduciría en alcanzar otro de sus sueños que en Eibar era un casi imposible, como es jugar en Europa. «Me ilusiona mucho, un reto importante para mí» saborear a sus ya 28 años las mieles continentales. Hambre, bastante hambre destila Dani García como se pudo adivinar también en su compañero Ander Capa o el propopio Cristian Ganea.

Se lo toma como un reto personal

De capitán y prácticamente intocable en el Eibar a ganarse el puesto en un Athletic «con una mayor exigencia», algo que no arredra al guipuzcoano, al revés. «Allí intentaba quitarme el brazalete porque muchas veces me sentía muy responsable», reveló. «Aquí, intentaré ayudar, sé quiénes son los capitanes y sé respetar esa jerarquía», dijo asumir, aunque por lo que se ve Dani es un jugador que sí o sí deja bien a las claras su carácter sobre el césped y veremos si también fuera de él. «Creo que la integración va a ser fácil, a Ander Capa igual le cuesta más porque es más callado, pero aquí les conozco a la mayoría, se parece mucho al vestuario del Eibar, es una familia, y sé que voy a estar a gusto», se mostró confiado.

Con enormes ganas de aprender, de crecer como jugador, de experimentar sensaciones nuevas en el fútbol y de competir. «En el medio campo hay muchos jugadores –se refirió a una nómina de mediocampistas en la que sobran nombres– y la exigencia me vendrá bien para ver hasta dónde puedo llegar. Y le vendrá bien al equipo exigirnos un nivel más alto a todos». Por Dani García no será no lograrlo.

 

Aporta equilibrio, robo de balón y carácter

Catorce partidos de Primera del Eibar sin Dani García: una victoria, 4 empates y 9 derrotas. Dato que revela el peso del de Zumarraga en el cuadro armero. «Soy un jugador defensivo, táctico, que aporta ese equilibrio necesario para un equipo», se autodefinió. Un futbolista que la pasada campaña recuperó 235 balones –por 176 Iturraspe o 151 San José, los primeros mediocampistas rojiblancos en la estadística de la LFP–, que interceptó 70 pases –por 41 de San José, primer rojiblanco– o efectuó 59 entradas con éxito –por 37 de San José–. Puede desenvolverse más estático, como le pedía Gaizka Garitano o más dinámico, como le demandaba Mendilibar.J.V.