Garbiñe Aranburu confiesa que las relaciones entre los sindicatos LAB y ELA «están rotas»
La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, ha admitido que las relaciones con ELA «están rotas» y que esta realidad no tiene visos de mejorar, al menos, hasta que pase el período concentrado de elecciones sindicales que se inicia en los centros de trabajo el próximo otoño.
En conferencia de prensa en Bilbo convocada para hacer balance de la actividad desarrollada por el sindicato en el curso 2017-2018, ha indicado que «en este momento las relaciones están rotas y creemos que no tienen visos de mejorar, por lo menos hasta que pase el proceso electoral.
Aranburu ha lamentado «el relato que trata de imponer ELA» a la hora de explicar el motivo por el que no se profundiza en la alianza entre ambos sindicatos, basado en el argumento de que LAB ha renunciado a la huelga como instrumento.
Ha tachado de «mentira» y «excusa» tal afirmación, y ha criticado que ELA haya «declinado» avanzar en la propuesta que presentaron conjuntamente en setiembre para poner en marcha un proceso soberanista unilateral desde la izquierda en Hego Euskal Herria, pese a que «la necesidad de ese proceso sigue ahí».
En este contexto, LAB ha decidido trabajar conjuntamente caso por caso allá donde coincidan en objetivos y «métodos de lucha» como, de hecho, ya ocurre tanto con ELA como con otros sindicatos, según ha resaltado.
En 120 conflictos
Aranburu ha insistido en señalar que LAB «está en las huelgas» en defensa de los intereses de los trabajadores, como se demuestra en el balance que incluye la participación de este sindicato en 120 conflictos, de los cuales en 64 (54%) se ha utilizado la huelga como herramienta. Un total de 85 conflictos (71%) se han cerrado con resultado positivo y de las luchas llevadas a cabo, 33 se han desarrollado en ámbitos sectoriales y 87 en ámbitos de empresa o centros de trabajo.
La líder sindical ha defendido que la huelga es «el principal instrumento» de la clase trabajadora y ha recordado que recientemente LAB ha aumentado la cobertura de su «caja de lucha» para retribuir a los trabajadores afiliados en huelga y ampliarla a los afectados por «despidos ideológicos».