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«No os importe matar», la grabación que no interesa a jueces ni fiscales

Hoy en día no se pueden sintonizar las comunicaciones policiales con un aparato de radio convencional, pero hace cuatro décadas sí era posible. Lo hizo José Antonio Urbiola el día 8 de julio de 1978, cuando grabó la famosa orden de «No os importe matar» que precedió a la muerte de Germán Rodríguez. Urbiola todavía conserva aquella grabación, pero en estos 40 años ningún juez ni fiscal se ha interesado por ella.

Recuerdo de Germán en la puerta del Ayuntamiento de Iruñea el mismo 1978.

El sonido de las sirenas de los vehículos policiales que oía desde su casa hizo que José Antonio Urbiola enchufase la radio al anochecer de aquel 8 de julio. Era una radio que había traído a Iruñea desde Venezuela, país al que se había tenido que exiliar para escapar de la persecución franquista. «La compré en Venezuela pero había sido fabricada en Suecia. Era muy buena, captaba hasta el vuelo de una mosca. Tenía 36 bandas, y yo tenía preparado el dial para sintonizar las emisoras de la Guardia Civil y de la Policía. Cuando aquel día comencé a escuchar las conversaciones policiales, le di al botón de grabar y capté una conversación muy dura, con órdenes de tirar a matar. Sabía que aquello era algo gordo, que se trataba de material sensible, y me asusté un poco», recuerda este abogado iruindarra a sus 80 años de edad.

Tras conocer que Germán Rodríguez había muerto por disparos policiales y que había numerosos heridos de bala, José Antonio Urbiola puso la grabación en manos de Mirentxu Purroy, directora de ’Punto y Hora de Euskal Herria’. Esta revista fue la primera que transcribió literalmente las conversaciones policiales entre los mandos de la Policía española, e incluso publicó un número extraordinario con un titular de portada que enlazaba con el número anterior: «No os importe matar»… «Y cumplieron». En las páginas interiores, la revista aportaba todo tipo de detalles sobre aquellos sangrientos hechos.



La transcripción de la grabación fue posteriormente reproducida en los informes elaborados por la Comisión de Peñas de Iruñea, así como en diversos medios de comunicación. Se trata de una grabación que prueba la intencionalidad policial de disparar a matar aquel 8 de julio de 1978, y está guardada en casa de José Antonio Urbiola.

¿Algún juez o fiscal le ha pedido esa cinta en estos 40 años?, le preguntamos. «Nunca, jamás –responde de forma tajante-. Y es lógico, porque no se trata de un problema jurídico, sino político. Navarra era y sigue siendo una cuestión de Estado, y lo que hicieron entonces fue dar un escarmiento a los navarros rebeldes. Se trataba de amedrentarnos, de decir que aquí no se mueve ni dios y que si hay que matar, se mata».

José Antonio Urbiola, que en aquella época era miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, considera que ahora «sería bastante inútil pedir pruebas» para intentar juzgar a los responsables de los sucesos de hace 40 años. «Aquí existe una complicidad entre determinados políticos y jueces. Eso es algo que ha existido siempre –añade-, y así se sigue funcionando siempre que haga falta. No hay más que ver el caso de Alsasua. Si hubiese ocurrido en otra parte, no hubiese ocurrido nada. O el caso de la Manada, donde lo único que les preocupa es parar el tema. Esto es horrible. Es evidente que a Navarra la tienen que tener sujeta cada vez que se les escapa el control, y cuando esto ocurre, se ponen locos».   



Cuando le preguntamos si confía en que se reabran los sumarios para intentar depurar responsabilidades por los sucesos de los sanfermines del 78, su respuesta también es tajante: «No, en absoluto. No creo que hagan nada más. Está todo cerrado y bien cerrado. Y si alguna vez reabren este caso, ya habrán muerto dos o tres mandos policiales involucrados en aquellos hechos, y esos serán los cabezas de turco».

Una ocultación reveladora
Cabe recordar, tal como recoge el informe técnico documental elaborado por Emilio Majuelo y Juan Carlos García Funes, que en torno a los hechos del 8 de julio de 1978 se iniciaron causas y sumarios de instrucción larguísima, se elaboraron informes gubernativos, se redactaron balances de la acción policial, se levantaron actas de reuniones oficiales y se completaron expedientes policiales que dieron lugar a un amplio conjunto documental. 

Sin embargo, todo eso sigue vedado a la consulta pública debido a que PP, PSOE y Cs han unido sus votos en el Congreso español para evitar la desclasificación de la documentación oficial que había reclamado el Parlamento navarro a instancias de decenas de asociaciones y entidades ciudadanas.



Por su parte, los jueces que han tratado este caso, y que ni siquiera se han interesado por la cinta grabada por José Antonio Urbiola, decretaron el sobreseimiento de los sumarios argumentando, entre otras cosas, que no se había identificado a los autores de los disparos que acabaron con la vida de Germán Rodríguez y dejaron numerosos heridos de bala.

Cuatro décadas después, la impunidad de quienes dieron la orden de «no os importe matar» contrasta con la total indefensión en que todavía se encuentran decenas de víctimas y familiares. Por este motivo, la Plataforma Sanfermines 78 Gogoan intentará que el Parlamento Europeo presente una queja por la negativa del Estado español a aclarar aquellos hechos.