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Los gigantes de Bilbo bailaron por última vez, junto a los visitantes

Después de pasarse toda la Aste Nagusia desfilando por diferentes calles de Bilbo, ayer tuvo lugar la concentración de Gigantes y Cabezudos, que cumplía su XXIX edición. Las figuras locales se podrán ver hasta el domingo en el claustro de Euskal Museoa.


Última jornada de Aste Nagusia en Bilbo, pero no por ello menos intenso. Como cada día, ayer los gigantes y cabezudos recorrieron la ciudad haciendo disfrutar a los pequeños, que ya se conocen los nombres de cada figura.

Pero la sesión de ayer fue especial, pues tuvo lugar la XXIX edición de la Concentración de Gigantes, a la que también acuden personajes de otras localidades de Euskal Herria, sumándose a los bailes del cortejo local, formado por 12 gigantes de más de cuatro metros de altura y por los cabezudos.

El comienzo fue en la Plaza Circular y el punto de encuentro, en el Arenal a las 13.30 horas, donde se colocaron en fila para que los asistentes pudieran verlos bien y fotografiarse con sus preferidos. Allí, los gigantes de Ondalan y Ondalan Txiki, de Mamutxak Konpartsa Txikiena de Deusto, de Mairuek-Gaztedi de Santutxu, de Irrintzi de Donostia, de Sukila de Kanbo y Sanduzelai de Iruñea ofrecieron sus representaciones.

Así, tras salir de la Plaza Circular y reunirse en el Arenal, marcharon por San Nicolás, Ascao, La Cruz, Santiago, Bidebarrieta, Correo, Sombrerería, Unamuno y culminaron el desfile en Euskal Museoa.

Los gigantes y cabezudos de Bilbo han salido cada día de las fiestas, pero realizando recorridos diferentes. Para facilitar el trabajo de búsqueda de los asistentes, el Ayuntamiento puso en marcha una aplicación (donde se pueden consultar todos los eventos de Aste Nagusia) en la que detallaban el recorrido de cada jornada.

La app, que renovarán el año que viene, está a disposición de las personas usuarias en los dispositivos móviles, a través de los sistemas operativos Android en Google Play e iOS en AppStore. Igualmente, los y las usuarias para la descarga de la aplicación podrán encontrar y escanear un código QR que aparece en el programa de fiestas y en los carteles de fiestas distribuidos por la ciudad y en seis tótems colocados en diferentes puntos, que ofrecían además información sobre el lugar en que estaban colocados.

Exposición en el museo

Al terminar la concentración, los visitantes se marcharon a sus respectivas localidades. Los gigantes y cabezudos de Bilbo durmieron ahí cada noche. De hecho, estarán expuestos hasta el domingo que viene en el claustro de Euskal Museoa.

Según el Ayuntamiento, el año pasado y solo durante Aste Nagusia, la exposición recibió más de 23.000 visitantes, por lo que este año esperaban un éxito similar. La muestra está formada mayoritariamente por personajes de la generación de 1988, por lo que resulta atractiva también para los padres y madres.

En esta ocasión, la muestra está formada por 10 Gigantes y 9 Cabezudos. A los de la generación del 88 (Don Terencio y Doña Tomasa, los baserritarras, el inglés y la bilbainita, el ferrón y la cigarrera, el marinero y la carguera, e Isabel II y Zumalakarregi) se les suma la famosa pareja de 1998 formada por Pichichi y Lina, un dúo de la generación de 1980 que estará en la entrada. Por último, está el cabezudo que Bilboko Konpartsak encargó en 2012 con el escudo que Juan Carlos Eguileor diseñó para la pañoleta de Aste Nagusia de 1978.

Más de cien músicos

El Alarde de Txistularis dirigido por la Banda Municipal de Txistularis de Bilbo en la Plaza Nueva fue otro de los eventos que tuvieron lugar ayer dentro del programa oficial. Este congregó a cientos de personas aficionadas a la música y a la danza popular, entre los que se encontraba el alcalde Juan Mari Aburto.

Txistularis procedentes de diferentes puntos de la CAV, la coral San Antón, un quinteto de metal, Bizkaiko Gaiteroak, el pianista Iñar Sastre, el guitarrista Iñigo Eskubi y el txistulari Iker Álvarez acompañaron al director de la Banda de Txistularis, Garikoitz Mendizabal, y sus componentes, Idoia Kareaga, Sabin Bikandi, Gorka Zabaleta y Asier García en esta actuación que tuvo como eje principal el movimiento pop-rock de los años 80 y 90.

El espectáculo, integrado por más de un centenar de músicos, dantzaris y cantantes, contó también con la participación de dos referentes de la cultura vasca; la bertsolari Oihana Bartra y el vocalista del grupo Zarama, Roberto Moso.